Por allá del 2013, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos publicó un Informe Especial sobre Grupos de Autodefensa y Seguridad Pública en el Estado de Guerrero.
En sus conclusiones señalaba:
“El fenómeno de los grupos de autodefensa y las policías comunitarias en el Estado de Guerrero está vinculado con factores socioeconómicos, así como con la inseguridad y violencia que impera en esa entidad federativa a causa del abandono de las autoridades estatales y municipales, tanto de los aspectos de desarrollo como de sus funciones de seguridad pública”.
Ya desde ese entonces, (incluso antes) aunque quizá no a esos niveles, en Veracruz, en comunidades marginadas, tiradas al olvido por las autoridades, sus habitantes entendieron que la única forma de proteger su raquítico patrimonio, era organizándose, uniendo fuerzas entre las potenciales víctimas.
A pesar del vacío discurso del gobernador Cuitláhuac García, repetido hasta la saciedad, de que esas agrupaciones armadas son, en realidad, grupos delictivos, los ciudadanos de diversos puntos de la entidad siguen convencidos de que, ante la ineficacia de los órganos de seguridad, la única salida que les queda es proteger ellos mismos su patrimonio y la vida de sus familias.
Hugo Gutiérrez Maldonado, el secretario de Seguridad Pública del estado, la sabe muy bien, pero admitirlo públicamente sería su primer paso hacia la renuncia. Opta por la fácil salida –aunque absurda- de clasificar a esas organizaciones civiles en dos grupos: los que usan armas de alto calibre, que la Ley clasifica como “de uso exclusivo del Ejército y fuerzas armadas” (lo que sería ilegal y, por lo tanto, se les consideraría “bandas delictivas”) y aquellos que utilizan armamento de calibres pequeños, cuya posesión no está prohibida entre la población (esos sí, considerados grupos ciudadanos organizados para “colaborar” con las autoridades en tareas de protección ciudadana).
Admitir la existencia legítima de grupos civiles armados para realizar las funciones que le corresponden a la Secretaría de Seguridad pública (SSP) sería lo mismo que aceptar que han sido ineficientes, que ha sido falso todo eso que han difundido de que “se están abatiendo los índices de violencia e inseguridad”.
El pasado martes fue dejado en libertad José Luis Martínez, quien había sido detenido un día antes por elementos de la Fuerza Civil (FC) en la congregación de Palo Gacho, municipio de Emiliano Zapata, acusado de agredir a dos policías de esa misma corporación.
Los pobladores de Palo Gacho se movilizaron y bloquearon la carretera, exigiendo la liberación de su vecino. Al frente de todos ellos se puso David Villalobos, “el Bicho”, activista que participa en la conformación de grupos de autodefensa en todo el estado de Veracruz.
El Bicho anunció que el ahora liberado José Luis Martínez se uniría a su movimiento y a partir de esta movilización popular quedaba conformado el “grupo autodefensas de Palo Gacho”.
“Sigo invitando a toda la población, aquellos que quieran participar, levanten su municipio, territorio, ciudad, estado, es importante que el pueblo de México esté organizado. Hagamos conciencia, México es de los mexicanos y las autoridades deben de saber que el pueblo ya no se va a dejar, va a luchar por sus derechos, el pueblo se va autodefender, el pueblo siempre ha sido el que ha ganado las grandes batallas”, expresó David Villalobos.
La CNDH advertía en aquel informe sobre los grupos de autodefensa de Guerrero:
“Si bien no existe justificación para que los grupos comunitarios estén llevando a cabo estas labores de defensa y seguridad pública, tampoco existe justificación del abandono de la función del gobierno, que en el caso de algunas regiones (…) se ha dejado en manos de la sociedad”.
Cualquier semejanza con lo que sucede en Veracruz… es mera coincidencia.
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Epílogo.
El director de Epidemiología, José Luis Alomía, informó este jueves que los contagios acumulados de Covid-19 suman 684 mil 113, con 3 mil 183 nuevos casos confirmados en las últimas 24 horas, mientras que los decesos se incrementaron en 201, para un registro acumulado de 72 mil 179 muertes desde el inicio de la pandemia. *** Del millón 549 mil 643 personas estudiadas, 789 mil 978 han obtenido un resultado negativo. Los casos sospechosos acumulados alcanzan los 75 mil 552, mientras que las personas recuperadas son 488 mil 416. *** El especialista indicó que se mantiene una “meseta” en los casos estimados, los cuales se redujeron sólo en 2 por ciento, mientras que en los casos activos estimados, que representan el 5 por ciento de los contagios confirmados también se mantienen con una leve reducción. *** Por lo que respecta a la ocupación hospitalaria, en las camas generales de hospitalización está disminuyendo, aunque se mantiene el 31% de ocupación a nivel nacional, lo que deja más de 21 mil camas desocupadas, con más de la mitad de los estados con más de 50 por ciento de disponibilidad. *** Las camas con ventilador, para pacientes críticos, presentan un descenso, con 25% de ocupación a nivel nacional, con Aguascalientes como la entidad con la mayor tasa de ocupación con un 42 por ciento. *** ¡Cuídense, que esto está lejos de terminar!
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