Nadie le pidió que lo dijera, nadie le solicitó que lanzara un reto, pero acostumbrado a irse de la boca, el presidente de México lanzó el reto: “Si juntan 100 mil personas me voy del gobierno”. Es difícil saber si el Frente Anti Andrés Manuel López Obrador juntó a las 100 mil personas. El gobierno de la Ciudad de México dice que sólo fueron 5 mil personas, los organizadores de la marcha aseguran que fueron 159 mil personas, contadas ante notario público. Sin embargo, lo seguimos señalando, así sea un millón de personas las que se manifiesten, López Obrador no podría dejar el poder; sería, además de irresponsable, bastante gravoso. Por ello, y quedando ya como un gran hablador, el presidente de México lanzó un mensaje a esos miles que el día sábado llenaron el Zócalo: “Porque soy demócrata y en la democracia el pueblo manda, el pueblo pone y el pueblo quita, acepto esas reglas de modo que lo único que les pido a los conservadores es que no coman ansias, que ya vienen esas dos fechas y que se sigan preparando para que de manera pacífica y por la vía democrática si así lo decide el pueblo entonces tengamos nosotros que retirarnos, en tanto nos apoya el pueblo, vamos a seguir gobernando el país”. Ya ven, cae más pronto un hablador que un cojo. 

Y el Financial Times llama “caudillo autoritario” a López Obrador; si no se cambia el rumbo habrá un país más pobre, oscuro y represivo

El Financial Times es un periódico británico que tiene más de 130 años de vida; es uno de los medios informativos más influyentes y por lo mismo independientes. Pues este medio desde Londres lanzó una editorial muy dura sobre el gobierno de López Obrador quien llegó prometiendo una transformación que llamó la Cuarta. La crítica del Financial Times es sobre el nuevo autoritarismo teledirigido desde las conferencias mañaneras del presidente: “Cuando un presidente exige 'lealtad ciega' a los funcionarios, deberían sonar las alarmas. Cuando pide una votación del pueblo para enjuiciar a sus predecesores, lanza una andanada contra el cuerpo electoral independiente y avergüenza en público a quienes lo critican, hay buenas razones para sentir miedo”. En su editorial este influyente medio británico lanza una advertencia: “A menos que el presidente cambie de rumbo rápidamente, la segunda economía más grande de Latinoamérica se arriesga a regresar a un pasado más pobre, más oscuro y represivo, uno habitado por los caudillos autoritarios que la región esperaba haber dejado atrás”. ¿Qué responderá López Obrador a esta nota editorial? Por supuesto descalificará al medio diciendo que es un medio conservador, pagado por intereses extranjeros.

La buena suerte de Trump. Se le está brindando el mejor tratamiento; Remdesivir y Regeneron la mejor medicina contra el coronavirus

Casi 10 meses de pandemia en el mundo han dado como resultado mejores tratamientos en contra del coronavirus. Si Donald Trump se hubiera infectado en enero, quizá no la hubiera contado. A principios del 2020 los médicos que recibían a los enfermos de Covid-19 no sabían qué tratamiento aplicar; no tenían idea de qué medicina podría ayudar para la recuperación del paciente afectado. Incluso hubo discrepancias sobre el uso de la Azitromicina y de la Ivermectina, medicamentos que al final libraron de la muerte a muchos pacientes. Por ello, la mortalidad de esta enfermedad era fue muy elevada en los primeros meses. Un porcentaje importante de pacientes terminaban intubados, lo que era casi una sentencia de muerte. Donald Trump tuvo suerte, pues se infectó el 1 de octubre, cuando ya existen tratamientos que han mostrado su efectividad. Donald Trump está siendo tratado con Remdesivir y Regeneron, dos medicamentos muy efectivos en contra del coronavirus. El Regeneron es un coctel anticuerpos monoclonales es considerado uno de los tratamientos más prometedores para combatir la covid-19. El Remdesivir actúa atacando una enzima que el virus necesita para replicarse dentro de nuestras células y puede reducir el período de recuperación de la infección. Hasta el momento el tratamiento está funcionando bien y Donald Trump se encuentra estable, aunque no fuera de peligro.

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