“El que traiciona una vez, traiciona siempre”
A tres meses de concluir los procesos de selección de candidatos a las presidencias municipales en Veracruz, en Coatepec como en el mar, la vida es más sabrosa para el presidente municipal, Enrique Fernández Peredo, quien jamás logró entender los recovecos de la política y caprichoso y altanero, el viernes que acaba de desfilar, se agarró despidiendo a más empleados de confianza, incluso a los recomendados de la síndico única Arely Bonilla… vamos pues, hasta elementos de la policía municipal, sorprendidos por los ataques histéricos del alcalde.
Siendo renglón importante el tema de la seguridad y cuando recibe más de 70 millones para aplicarlos a este tema, y le llegan dos patrullas más para la policía municipal, es cuando despido a muchos elementos si la meta fijada por las autoridades de seguridad en Veracruz, en este municipio, llegar a la suma de 150 elementos… todo lo hace al revés. Existe obstinado empeño en complacer sus caprichos personales sacrificando las justas exigencias ciudadanas con la ineptitud plenamente demostrada y esta terquedad de complacerse irrita y defrauda a los coatepecanos.
A Enrique se le ve cansado, distante, molesto, sin el carácter y el marcado rigor de un político serio y responsable, a eso se deben sus alocadas decisiones desde los primeros seis meses de su administración… nada de sapiencia política solo decisiones de un caminante ciego en esto del quehacer político demostrando solamente la frialdad de un funcionario técnico y apagado, sin más interés que no sea el dinero y la mediocridad en que se mueve con su reducido equipo de trabajo en donde está metida la manita de Jorge Salazar, el Oficial Mayor del Honorable Ayuntamiento de Coatepec.
El viernes amaneció, digamos en esos días especiales que ni el mismo se soporta para convertirse en un alarmista irresponsable ante tanto despido que incluyó a los empleados recomendados de sus amigos y parientes de los ediles que abarca a las posiciones en el DIF Coatepec; salieron en este despido gente con una comprobada militancia panista que cumplía y sienten ahora la perversidad de quien llegó con una sencillez que sorprendería a la misma madre Teresa de Calcuta.
Diría don Carlos Loret de Mola, imposible gobernar sin políticos. Y esto sucede en Coatepec. Se necesita estar ciego para no darse cuenta de la triste y lamentable realidad mientras dispone de medidas humillantes pero estimulantes para él y sus cercanos colaboradores, con una terrible inquietud desde el inicio de su pésima administración pero si enriquecedora para él y sus secuaces.
Ni redoblando una buena voluntad, Enrique se emparejaría. Está perdido y hundido en la perversidad. Los despidos del viernes en los empleados de confianza, son ejemplo claro, marcado y preciso de la maldad. Nada le importa ni le interesa de los demás con quienes le sirvieron con lealtad y compromiso. Gente que le asusta más la ira del alcalde que los temblores.
Qué madriza le acomoda a su partido, el PAN a quien debe cuidar con esa responsabilidad madura de militante…y presidente. Pero no. Despide a empleados panistas que buscarán la venganza en las urnas ya próximas del 6 de junio del año 2021. Ignora que un presidente municipal, en este caso, debe ser fiel a la balanza para todos… aquí ni a su partido, el azul.
Desde su arribo a la presidencia, se volvió insoportable para la ciudadanía y las encuestas lo demuestran, no solamente con el ánimo de molestarlo. En efecto, el alcalde de Coatepec olvida de momento que existe su partido al cual debe proteger y conservar en el poder, de entregar el cargo a un militante compañero, pero está en la posibilidad de perder ante su fatal gobierno y el pueblo no olvida ni perdona, se lo cobrará a su tiempo.
Mucho sufrirá el candidato del PAN a la presidencia de Coatepec. Eso para Enrique es cosa ajena mientras él y sus secuaces desmantelan el organigrama y acomodan a los amigos de Jorge Salazar, los que integran o integraban Cidiver, plataforma de arranque para lograr la alcaldía coatepecana.
Mientras que en CMAS se mantienen los supuestos aviadores de Enrique y de su hermano Luis… aquí no pasa nada y cuando sucede, no pasa nada.
¿Habrá rompimiento entre Enrique y Arely?
Ya lo comentaremos estimados lectores… el periodismo es investigación, no rumores ni amarillismo.
Vienen, se acercan las Calaveras de Espacio 13. Hace un año obtuvimos el Premio Nacional que otorga la Academia Nacional de Literatura, orgullo y responsabilidad. |
