Sin embargo, no todo le estará saliendo tan bien al considerado más brillante de los titulares de despacho de la 4T, tal y como se quiere vender. Pues se sabe que José Luis Lima Franco ya tenía en pláticas la llegada de un equipo de primera o segunda división a la entidad, y ahora con este lío, ni Alebrijes de Oaxaca, ni ningún otro empresario deportivo en sus cinco sentidos vendrá a comprar un millonario pleito legal.
De esta manera, los dichos del Gobernador Cuitláhuac García de que existían las condiciones para un equipo de la Liga de Ascenso llegara a la entidad, quedarán como muchas de sus promesas “en el aire”, ya que los empresarios interesados en la compra de esta franquicia, tendrán que esperar a que se desahogue este pleito que seguramente durará meses, y donde aún no se sabe quién tendrá finalmente la razón.
Y es que si bien es cierto que la posesión del estadio de los Tiburones al momento de la suspensión provisional estaba ya en manos del Gobierno de Veracruz, también es verdad que Kuri Grajales hará hasta lo imposible por demostrar que el procedimiento no fue el adecuado. Y con los abogados camastrones que se carga últimamente el mandatario, no vaya a ser la de malas que Fidel Kuri termine ganando este proceso y lo peor, que las y los veracruzanos terminemos pagándole $1200 millones de pesos que reclama, después de “mamar” tanto del pueblo en la era del Duartismo.
En fin, el asunto de los Tiburones Rojos no es menor, están en juego millonarios intereses, la palabra del Gobernador y las acciones de un Secretario de Finanzas que junto con su equipo legal se verán obligados a no dejar que un “colmilludo” se salga con la suya.
Ya veremos cómo les va.
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