“Confiamos demasiado en los sistemas, y muy poco en los hombres." — Benjamín Disraeli.
A dos años de la llegada de la Cuarta Transformación al poder, la puesta en marcha de toda una operación para intentar obnubilar la imagen y visión del régimen está con todo.
Por increíble que parezca, las mediciones estadísticas en la popularidad y aceptación del Ejecutivo Federal han sido una constante desde el inicio de la administración.
Algo que en otras administraciones era casi imposible; pero ahora, todos los días y a cada momento se difunde, se promociona y hasta se festina este esfuerzo por vender el cómo percibe la sociedad al gobierno del cambio verdadero.
Así, sorprendiendo a todos, el presidente mantiene niveles de aceptación tan altos que inclusive se afirma que si hoy fueran las elecciones Morena –su partido- ganarían hasta dos a uno al más cercano competidor que sería Acción Nacional (PAN).
Pero algo comienza a generar muchas dudas respecto a estas cifras tan danzantes.
El periodista veracruzano Arturo Reyes Isidoro en su columna Prosa a Prisa del 01 de diciembre, nos da algunos visos de está anormalidad estadística, algo que pareciera improbable si arrastramos el lápiz en eso de la medición probabilística. http://referente.com.mx/no-obstante-amlo-y-morena-se-mantienen-firmes/
Quizá por ser una ciencia exacta, complicada en su entendimiento resulta difícil de comprender por parte de la población en general, pero que para cualquier avezado en el tema le resultan extraños los datos que de manera regular se vienen presentado.
Y es que las variables estadísticas no pueden tener un comportamiento lineal, sobre todo en medio de la peor crisis sanitaria de los últimos cien años, en la crisis económica más complicada para México en los últimos 80 años y en medio de la peor crisis de seguridad de la que se tenga registro.
Aun con ello, las tendencias siguen favoreciendo al presidente y a su proyecto deformador, lo que resulta sumamente suspicaz.
Un dato que terminó por advertir la construcción de una entramada operación para intentar mantener a la población bajo el efecto opiáceo del discurso mareador del Ejecutivo Federal, acusando al pasado y combatiendo la corrupción que simplemente lo alcanza hasta en lo familiar con su hermano Pío, es el hecho que por ejemplo en Veracruz, específicamente en Xalapa, la tendencia sea a favor de Morena, cuando se acusa padecer al peor gobierno municipal del que se tenga memoria.
El mismo maestro Reyes Isidoro nos da luz al respecto, cuando señala: “El resultado de una encuesta que levantó el mes pasado (septiembre) la empresa TResearch sobre “¿Quién gana la alcaldía?” de Xalapa en las elecciones de junio próximo no deja ninguna duda: como partido, Morena.
“De acuerdo a su medición, el partido de AMLO tiene un porcentaje de 26.5% contra 18.2 del PAN, el que más se le acerca, y ya muy distante está el PRI con 4.7%, luego Movimiento Ciudadano con 1.9%, atrás el PT con 1.1, le sigue el PRD con 0.6% y el PVEM con 0.3%.”
Resultado de dichos datos, este reportero, buscó la opinión de analistas y por supuesto de matemáticos que pudieran explicar el escenario, todos, concluyen que el comportamiento es irregular y poco sostenible.
Los más preclaros advierten, es evidente que existe una campaña de parte del Gobierno Federal por generar encuestas y que estas se publiquen midiendo la aprobación presidencial.
Otros advierten que ya es extremadamente sospechoso que estando en el momento de crisis más difícil de la historia de México el presidente sigue siendo más popular que Mickey Mouse.
Otro que incluso trabaja en el Gobierno Federal en áreas de Gobernabilidad señala puede ser que los verdaderos grupos de poder y la oposición le estén generando esa tendencia para que se confíe y darle con todo en el 2021, y la otra es que la gente por miedo a perder los apoyos de los programas federales, contesta a su favor, aunque en la realidad no sea así.
La situación habrá de conocerse en el mes de junio del 2021 con suma certeza, lo extraño es que las benditas encuestas, esas mismas que daban por ganador a Joe Biden por amplio margen en los Estados Unidos, resultaron nuevamente las causantes de un grave error, en el que la confianza ciudadana se ve lastimada y provoca total desconfianza en los datos demoscópicos de diversas casas encuestadoras.
En México comienza a suceder lo mismo y la sorpresa podrá dejar al descubierto la posible Operación Opiáceo.
Al tiempo.
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