Si ya de por sí, lo de 36 empresas “fantasma” en Veracruz que facturaron según el ex titular del SAT Aristóteles Núñez, 7 mil millones de pesos, erizaba ya los cabellos, imagínese lo que significa lo informado este viernes por el Administrador General de Auditoría Fiscal Federal del SAT, José Genaro Ernesto Luna Vargas de que se han detectado 10 mil empresas irregulares que han facturado operaciones no realizadas por 293 mil millones de pesos por operaciones “Fantasma”. Es decir, lo de Veracruz fue pírrico para lo que pudieron hacer en sus respectivos estados: Humberto Moreira, ex de Coahuila; Guillermo Padrés, ex de Sonora; Rodrigo Medina, ex de Nuevo León; Roberto Borge, ex de Quintana Roo; César Duarte, aún de Chihuahua. Imposible que lo de Veracruz haya sido un modelo inédito y fácil de saquear las finanzas públicas. Ni que fueran tan inteligentes los niños de la fidelidad, ese modo de saqueo debió ser copiado de algún otro estado. Que hayan sido descubiertas esas 36 empresas “fantasma” en Veracruz solo pudiera ser una chiripa y al mismo tiempo la punta del iceberg de una maquinación fraudulenta mayúscula.
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