Cuando se barajaban nombres para ocupar la Presidencia del CDE del PRI, la Delegada del CEN del PRI en Veracruz, Lorena Martínez, sondeaba entre los políticos jarochos buscando una opción.
Lorena estuvo en el domicilio de su amiga Elizabeth Morales García (entonces delegada de la Profeco) quien como no queriendo le susurró el nombre de Renato Alarcón.
Fue una carambola de 3 bandas de Elízabeth: Lorena resolvió su problema; a Renato ‘lo promovieron’ al PRI, y a ella la jalaron al ISSSTE que le ha permitido placearse en la súper delegación.
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