Dicho monto no fue pagado por el empresario orizabeño, pero alega que dejó en garantía las cartas de los jugadores Sebastián Jurado y Diego “Puma” Chávez.
Tales jugadores pasaron sus cartas al Morelia, equipo que los vendió a Cruz Azul y Necaxa, respectivamente, con los que Morelia, filial de Grupo Salinas y TV Azteca, habría obtenido los 139 millones de pesos en cuestión.
Para Fidel Kuri el tema ahí había acabado, pues él no cobró un sólo peso por la transacción de dichos jugadores, pero Arrendadora Internacional Azteca S.A. de C.V. lo demandó en busca del pago de los 139 millones de pesos, y como parte del proceso legal solicitó desde el pasado 9 de junio se embargara el nombre, marca y logotipo de Tiburones Rojos de Veracruz a dicha filial corporativa.
Es decir, que si algún empresario desea llevar de nueva cuenta a los Tiburones al futbol profesional, primero deberá retirar el embargo de la marca y posteriormente tener la anuencia de Fidel Kuri para el uso de la misma.
Después de eso ya tendría que convenir con la Federación Mexicana de Fútbol sobre los adeudos que datan desde que Rafael Herrerías era el presidente del equipo.
Una vez superado eso, o a la par, conseguir el aval del Gobierno del Estado para el uso del estadio Luis “Pirata” Fuente.
¡Uffff! Todo un galimatías como se puede apreciar. Y es que a estas alturas tal vez los veracruzanos deberíamos cuestionarnos qué queremos, tener equipo en el futbol profesional o tener a los Tiburones Rojos de Veracruz… cosas que no necesariamente son lo mismo. Tal vez valga la pena ir pensando en algo así como “Los Tiburones Rojos del Veracruz de Nuevo Toledo en Puebla”, tipo la serie Club de Cuervos. ¿O no? |