Mencionó que debido al aumento de casos de dengue hemorrágico y las complicaciones que esta enfermedad genera, es necesario que los bancos de sangre cuenten con una reserva para poder hacer frente a una emergencia.
Señaló que la sangre recibida por este banco también está destinada a usarse en cirugías, tratamientos de cáncer, trasplantes de órganos y para tratar enfermedades graves como, la anemia o la hemofilia. Sin donaciones regulares de sangre, muchas vidas estarían en peligro.
En situaciones de desastres naturales, accidentes graves y eventos catastróficos, la sangre donada es esencial para tratar a las víctimas.
Algunas personas necesitan transfusiones de sangre de manera regular debido a enfermedades crónicas como la talasemia o la insuficiencia renal crónica. “La donación de sangre permite que estas personas mantengan una calidad de vida aceptable”, señaló la doctora María del Carmen.
La especialista del IMSS mencionó que, para ser un donante de sangre, se requiere tener entre 18 y 64 años, contar con una identificación oficial, pesar más de 50 kilogramos y medir más de 1.50 metros. Es esencial mantener buena salud general, sin padecer enfermedades como diabetes, hipertensión, hepatitis, o infecciones activas. No haber consumido bebidas alcohólicas al menos 48 horas antes de la cita es un requisito importante.
Además, no haberse realizado tatuajes, piercings o acupuntura en los últimos 12 meses, no tomar medicamentos para la próstata, aspirina o antibióticos, no estar embarazada (en el caso de las mujeres), y no haber recibido transfusiones o haber tenido una pareja que las haya recibido en los últimos 12 meses.
La donación regular y voluntaria, sin compensación económica, es la clave para mantener esta provisión. Las transfusiones sanguíneas salvan millones de vidas y permiten a los pacientes con enfermedades graves prolongar y mejorar su calidad de vida. Además, hacen posible llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos, contribuyendo al bienestar de la comunidad. |