Francisco Garrido Sánchez, diputado local y Presidente de la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado, dejó la víbora chillando con una simple y llana declaración a los medios locales. Así como no queriendo dejó en el aire una daga de doble filo; una noticia que impactó al respetable (de tristeza para unos, de alegría para otros): Que 34 denuncias de la Auditoría Superior de la Federación, quedaron sin materia.
De resultar cierto eso (no tendríamos por qué dudar de un diputado que hasta donde se sepa se le conoce como serio), tendría muchas implicaciones en el terreno político.
Para empezar, que 35 mil millones de pesos -que no se sabe en qué fueron aplicados- quedaron blancos como la nieve, incólumes y perdonados por la acción de jueces federales de los cuales no se sabe aún ni sus nombres.
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Que funcionarios que operaron en la cola del gobierno de Fidel y el arranque del de Duarte, quedaron limpios y habría que irlos poniendo en fila y a corta distancia para que el respetable les pida perdón por haber dudado de ellos. Hasta Barcelona habría que llamar y pedirle perdón a Fidel por haber dudado de él y sus cuatreros, perdón, compañeros.
Que no hay rateros que perseguir, ni ratas que combatir, ni corruptos que apresar.
Que nadie irá a la cárcel por lo que se decía era un abuso, un latrocinio, una rapiña colectiva.
Que todo lo que se dijo que sucedió con el dinero público desde el 2008 al 2013, fue un simple mal sueño, una pesadilla de la que unos jueces desconocidos nos despertaron de pronto con el inocente adelanto informativo de Garrido Sánchez.
Que Pacho Viejo se quedará esperando.
Que las Banderas políticas de los más fieros candidatos al Gobierno de Veracruz, de buenas a primeras se quedarán sin asta, sin fuste y sin rejón: que son ahora solo aire sin sustento.
Que habrá que buscar otras formas de conseguir votos.
Que tal vez ya no será necesaria la caña, ni el yate, ni el buque.
Que Fidel Herrera, el Negro Cruz, Iván López, Gabriel Deantes, Edgar Spinoso, Ricardo Sandoval, Vicente Benítez, Tomás Ruiz, Mauricio Audirac, Salvador Manzur, Ranulfo Márquez, Leticia Perlasca, Raúl Zarrabal, Pablo Anaya, Tomás Carrillo, Manuel Martínez de Leo y, en general, muchos de los otros 29 ex secretarios de despacho y más de 55 subsecretarios y directores generales, están -por obra y gracia de ciertos jueces federales poco conocidos- enlistados en la propuesta del Papa Francisco para una próxima y merecida canonización.
Que todo eso, y más, pero mucho más, implicaría lo declarado por el diputado Francisco Garrido Sánchez.
Pero sobre todo, que el sentimiento de injusticia seguirá vivo, que el reclamo popular ahí seguirá por los siglos de los siglos, pero que legalmente no habría materia que perseguir si, como antes se dijo, lo anunciado por el diputado Garrido resulta, triste para algunos, pero feliz para otros, totalmente cierto. |