Un acto de justicia se presentó el jueves pasado en el sector educativo de Veracruz, cuando la titular de la Secretaría del Gobierno del Estado, Xóchitl Adela Osorio Martínez, promovió al Doctor Francisco Rangel Cáceres, de la Dirección General de Educación Tecnológica a la Rectoría de la Universidad Tecnológica de Cuitláhuac.
La decisión es congruente con el hecho de que el posicionamiento nacional de la educación tecnológica ha sido, sin duda, uno de los principales logros de la presente administración, tal y como lo ha reconocido públicamente el gobernador Javier Duarte de Ochoa. “Algo de lo que me siento satisfecho en mi gobierno es con los avances en la educación tecnológica, en la que se han obtenido premios nacionales e internacionales, plantillas de docentes amplias y con preparación. Pero sobre todo, lo que más me enorgullece -dijo ante los integrantes de la Asociación de Periodistas de Veracruz (APEVER, Noé Valdés)- es que el 80% de los egresados de los tecnológicos son los primeros veracruzanos en sus familias, que reciben educación superior”. Se trata dijo, de hijos de campesinos, pescadores y otras actividades productivas.
Lo anterior, a decir del Premio Nobel de Economía 2015 Angus Deaton, significa el “Gran Escape” por donde las generaciones que siguen a cada uno de esos nuevos universitarios, podrán evadir la pobreza, la marginación y la ignorancia intelectual. Historias como las de Deaton, podrían repetirse en Veracruz a consecuencia de la gran oportunidad que se les dio, gracias al Programa y al trabajo planeado de Francisco Cáceres Rangel, quien logró conjuntar los esfuerzos de directores, rectores y alumnos del Sistema hacia un mismo objetivo. Fue así que los reconocimientos y premios nacionales e internacionales alcanzados por los trabajos y demostraciones del aprendizaje de los alumnos no se hicieron esperar.
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Sin embargo, los números agregados fríos, no reflejan el intenso y tenaz trabajo que debió realizar en su cargo el Doctor Francisco Rangel Cáceres, pues apenas hace 5 años, este renglón no era representativo entre los indicadores educativos tecnológicos de México. Por ello, es necesario destacar la mística de trabajo coordinado que Rangel logró implantar entre los directivos y plantillas de maestros en Institutos y universidades, pero sobre todo, entre los jóvenes que buscaron esta educación alternativa a la universitaria.
En entrevista exclusiva concedida a Política al Día, el Doctor Rangel nos recibió en su domicilio de Cuitláhuac, y se le preguntó a qué se le podía atribuir el enorme éxito de los tecnológicos en Veracruz. El doctor de inmediato y sin titubear reconoció que los resultados que se obtuvieron fueron gracias al liderazgo y al interés del Gobernador Javier Duarte de Ochoa, al esfuerzo de los 25 directores y rectores que integran al sistema y sin duda, al hambre de los miles y miles de estudiantes que se aferraron a la única opción que tenían a la mano para salir de la nada (como asegura Rangel, muchos le comentaron). A esos jóvenes, dijo, se les veía el hambre de progresar por el bien de sus familias y de Veracruz. “Pero no puedo dejar de mencionar -dijo muy serio- al interés y apoyo de Adolfo Mota Hernández, Flavino Ríos Alvarado y el de la maestra Xóchitl Osorio, titulares de la SEV, que decididamente se sumaron al gran esfuerzo y nos dejaron trabajar”.
Francisco Rangel Cáceres es doctor en Administración de Negocios, egresado de la Universidad de Newport en USA, California, ingeniero graduado en el Instituto Tecnológico de Aguascalientes y Maestro graduado en el Tecnológico de Monterrey. Antes de venir a Veracruz, Francisco Rangel Cáceres fue Rector de la Universidad Tecnológica de Aguascalientes, considerada por la autoridad educativa nacional en 2003 y 2004 como la mejor universidad tecnológica del país.
En resumen, el legado del Doctor Rangel habrá de trascender la barrera sexenal. Hay la consciencia de que aún existen desafíos y retos por atender en este sector, planes a implementarse durante los años venideros, pero sobre todo, la oportunidad de que este sector educativo no desmerezca en su interés y que lo que se ha logrado hasta ahora, no sea flor de un día.
El próximo gobernador tendrá la palabra y el futuro de miles de jóvenes veracruzanos estará en sus manos.
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