Lo anterior se escucha en los cafés, pláticas familiares, calles, escuelas, iglesias y hasta en oficinas priístas y no priístas.
Haya o no haya razones jurídicas, que las hay y demasiadas, la people lo quiere chueco o derecho, y se percibe que la sociedad de a pie no quedará feliz con menos.
Por lo pronto, en las mesas de los cafés se advierte que algo se puede sacar de lo perdido y trabajar con lo encontrado, pero tendría que haber decisión y liderazgo para que el PRI comience a recomponerse de aquí al 2017 y 2018… de no hacerlo, cuando quieran reaccionar será demasiado tarde.
Los no señalados, los no indiciados, los priístas que aún tienen prestigio, son los únicos que podrán seguir vigentes (los dos Senadores…. y…. y… y pues ya, no hay para dónde voltear), pero para eso la Comisión de Justicia del PRI en Estado debe actuar en sintonía con la Nacional. ¿En dónde está el actuar del ORFIS, el Congreso, la Contraloría, la Fiscalía? Si no hay manera de que se les aplique la ley secular ¿Ni siquiera se puede la justicia partidaria?
Canillazos a los ilusos bebedores de café que esperan que en Veracruz actúen.
Pero ¿Cómo lo harán si el diputado Marco Antonio Aguilar Yunes, es parte de la caterva de rufianes es el Presidente de la Comisión de Justicia en el CDE del PRI y además tiene fuertes nexos con el Gobernador Javier Duarte? Mientras no se corte el cordón umbilical en el PRI estatal, y los priístas locales dejen de hacerle al ensarapado, quitarle o no quitarle los derechos partidistas a Javier Duarte será pura faramalla. Si Enrique Ochoa Reza realmente quiere hacer algo o una de dos: o le da instrucciones claras y precisas a las autoridades priístas para que homologuen su actuar, o hace relevos claros e inmediatos en los órganos de justicia para quitar cualquier tufillo del Fidelismo y el Duartismo.
¿Dejar la suerte del PRI estatal en Aguilar Yunes? ¡Imagínese! |