Este viernes el senador Pepe Yunes se abrió de capa y con irrestricta seriedad alzó la voz para decir: “de lo que no debe haber duda es de mi compromiso, seriedad y empeño en la tarea de gobernar Veracruz, voy a buscar ser el candidato para el 2018, así se planificó y hoy se están generando las condiciones políticas para ello… la elección del 2018 en Veracruz vendrá aparejada con la elección presidencial, y aunque las circunstancias puedan cambiar, yo estoy firme en mi empeño”.
“Lo he dicho una y otra vez, y te lo repito Atticuss, voy por la gubernatura en el 2018”.
El recuento
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Hace casi dos años, los senadores Pepe Yunes y Héctor, abandonaron juntos el acto conmemorativo del “Centenario de la Promulgación de la Ley Agraria del 6 de Enero de 1915”, que estuvo presidido por el Presidente Enrique Peña Nieto. En esa ocasión lo hicieron como rechazo a la caprichosa forma de gobernar de Javier Duarte de Ochoa, quien había reformado el periodo de gobierno para hacerlo de dos años. Desde ese entonces la carrera por la Gubernatura ya se vivía, faltaban dos años, pero la lucha partidista había empezado.
Un año después, en la mística comida del Rancho de San Julián donde hubo humo blanco a favor de Héctor Yunes, antes del inicio de la misma, Pepe Yunes le confió al periodista Francisco Licona, director de Política al Día, y a un servidor, las razones del por qué no sería él el candidato. La intención presidencial era clara, se le dijo en su momento el Presidente del CEN del PRI, Manlio Fabio Beltrones: “hablé con el Presidente Peña Nieto y me dijo que en Veracruz sólo hay dos opciones, Pepe y Héctor, en ese orden”.
Lo expresado por Manlio Fabio dejaba en claro que Peña Nieto hacía a un lado a los aspirantes del equipo de Javier Duarte dándole el carpetazo al Fidelismo-Duartismo. Manlio le había dado algunos días para decidir y así lo hizo. Antes de comer y antes de que la espesa neblina cubriera el rancho, Pepe nos confió: “Reflexioné y decidí esperar dos años, para servir a Veracruz por seis años y hacer no solo que el Estado se estabilice en sus finanzas, sino hacerlo grande como debe de ser”. Así lo entendimos y las señales de las siguientes horas así lo indicaron. De eso hablaron en aquella famosa foto en medio de la neblina Pepe y Héctor, y así se confirmó en la reunión en petit comité en el que estuvo presente en exclusivísima sólo Francisco Licona escuchando la plática y el acuerdo entre Manlio Fabio Beltrones, Javier Duarte de Ochoa, Héctor Yunes, Alberto Silva y Pepe Yunes. Con el “felicidades Senador” sellaron lo que nos había adelantado Pepe… que en el 2016 iría Héctor; y en el 2018 iría Pepe; y así se escribió.
Para nadie es un secreto la tan lastimosa situación de las finanzas estatales, lo supieron desde hace años los priistas y también los panistas, lo sabían propios y extraños, lo vivíamos los de a pie y los encumbrados, se sabía en lo local y en la Federación. Los análisis financieros vislumbraban un desastre financiero con la certeza de la inevitabilidad de un cataclismo. Hoy, como lo ha hecho por años, Pepe Yunes advierte que es lógico que después de dos sexenios de robos y saqueos, Veracruz esté en una severa crisis, y que en solo dos años, no habrá forma de levantar al Estado.
Decidió esperar, sin ingenuidades como él mismo reconoce, pues “sé que en política es riesgoso dejar pasar las oportunidades, que es mejor llegar una hora antes que un minuto después, las circunstancias pueden cambiar, pero fue una decisión pensada y sopesada; decidí que podría servir a Veracruz, pero para hacerlo bien, debía esperar a la gubernatura del 2018, la cual, te lo digo Atticuss, que no le quepa duda a nadie, voy a buscarla con todo y pese a todos”.
Hoy en la mañana, en la plática en la que estuve con él y varios más en el Rancho San Julián, vi a un Pepe Yunes decidido… más decidido que nunca.
En la tarde estuvo con la militancia priísta; con Enrique Ochoa Reza, líder nacional del PRI; con el líder estatal, Amadeo Flores; con Héctor Yunes, y con miles más… Pepe llegó con la sapiencia del que tiene claro lo que busca. Buscará la Gubernatura, va por ella y eso, como lo advirtió: que no le quepa duda a nadie. |