“Es una posición de Iván”, dijeron muchos. “Desde la Contraloría controlará ambos organismos”, aseguraban.
No sólo no fue así, sino que un año después “El Burro” tuvo que dejar su cargo.
Muchas son las leyendas que se han difundido sobre las razones de su salida. Se ha hablado de sus múltiples y lucrativos negocios al amparo de la Contraloría, de sus diferencias con colaboradores muy cercanos a Javier Duarte, y de su extraordinaria afición al alcohol.
Al final un poco de todo eso, y más, provocó que se fuera a la banca.
En 2015 intentó ser candidato a la diputación federal y no lo consiguió; al año siguiente buscó la curul local, y tampoco se la dieron. Este año pretendió ser alcalde de Emiliano Zapata y tras el rechazo de los partidos políticos, la buscó por la vía independiente, pero quedó lejos, muy lejos de los verdaderos contendientes, los candidatos de Morena, de la alianza PAN-PRD y de la alianza PRI-PVEM.
Apenas se dio a conocer que la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anuló la elección en ese municipio, de inmediato Iván López reunió a su equipo y les avisó que se le abría “una nueva oportunidad”.
Todo parece indicar que ya no volverá a intentar la conquista de la alcaldía de Emiliano Zapata, pues este miércoles se dio a conocer que fue el cuarto aspirante en registrarse para ocupar el cargo de titular de la Auditoría Superior de la Federación. Antes que él lo habían hecho Raúl Sánchez Kobashi, Alberto González Hernández y Roberto Mazón Salgado.
En la ciudad de México de inmediato repararon en su curriculum y en que estuvo al frente de la Contraloría de Veracruz la primera mitad de la administración de Javier Duarte.
“Ningún aspirante con el perfil de López Fernández tendría autoridad moral para dirigir la Auditoría”, expresó la diputada Claudia Corichi, secretaria de la Comisión de Vigilancia.
Iván López Fernández tiene aún asuntos por aclarar con la Fiscalía de Veracruz y con la PGR. Es muy probable que logre solventarlas y que conserve su libertad, pero su plumaje no es de esos que pasan el pantano y no se manchan. El estigma del duartismo lo seguirá toda su vida.
No debe preocuparle mucho, pues dicen los que de esto saben, que fue muy ahorrador en su paso por la función pública y de hambre no se muere. Los cargos que está buscando, son más bien para alimentar su ego.
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