Insisto en que lo mejor sería que ahora, con todos los pelos en la mano, nos pudiera ofrecer una renovación a esa promesa y darnos una esperanza clara, un plazo perentorio, otros seis meses o un año más… lo que sea para tranquilizarnos.
Su máxima durante este año ha sido “Ni perdón ni olvido”, y tiene razón, la ciudadanía no debe olvidar tampoco las promesas de campaña que no se han cumplido. ¿Qué nos va a prometer en el 2018 el candidato de la coalición PAN-PRD? ¿Que ahora sí va a terminar la inseguridad? ¿Que no va a haber más despidos? ¿Que el orden financiero y la transparencia campearán? Ninguna promesa se podrá aquilatar si no hay parámetros de referencia.
No es posible que, si apenas en el 2016 nos prometieron la luna y las estrellas, apenas dos años después el electorado olvide. No debe haber olvido tampoco en que el actual Gobierno se ha esforzado y ha trabajado sábados y domingos sin descanso, pero que no ha sido suficiente. No debe haber olvido en que se ha adelgazado la nómina brutalmente pero tampoco se sabe cuánto fue el ahorro por ello. No debe haber olvido que prometieron un cambio, aunque no haya sido el cambio que idealizó la ciudadanía.
A un año de gobierno no podemos decir que estamos peor que antes. Sería tan inocente como cuando en Nicaragua decían “Después de Somosa, cualquier cosa”. No se puede decir que estamos peor que con Duarte, sería un despropósito y una locura, pero tampoco es gracia compararse con el peor gobierno que ha tenido Veracruz en toda su historia.
En redes sociales dicen hasta el cansancio los bots del Gobierno que no se puede arreglar Veracruz en solo un año, que no es posible arreglar Veracruz tan rápido después de años de depredación. Y tienen razón, solo que les falta agregar a sus arengas lo que en realidad quieren decir, que les faltarán cuando menos seis años más, que faltaría que haya continuidad y que lo que faltó es tiempo para comprar más tiempo.
El plan 2-6 años que inicialmente dejaron correr en el imaginario colectivo como el plan Héctor-Pepe, en realidad también se actualiza con el plan 2-6 de Miguel-Miguel.
Miguel Ángel Yunes Linares no tendrá la camioneta, ni sombrero, ni dinero… pero quiere tiempo para obtenerlos y entonces sí ser todo un ganadero.
Termina hoy el primer año de gobierno de Yunes Linares. El primero de ocho.
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