Todo lo anterior fue reconocido por la Secretaría de Educación Pública por medio de la circular No. 220(1)094/2022, de fecha 02 de agosto del 2022.
Una vez detectado el problema, los más afectados fueron los egresados de la DGETI quienes comenzaron a sufrir la inactividad de la institución, la cual dejó de emitir certificados de estudios y dejó de dar información al respecto. Todo quedó ahogado en el mar de la burocracia, sin que hasta el momento se les haya dado una fecha clara a los exestudiantes de cuándo podrán contar con el documento oficial que les permita continuar sus estudios universitarios.
No fue sino hasta el 07 de noviembre del 2022, cuando la DGETI emitió el oficio circular No. 220(1)7831/2022, dirigido a los Rectores y figuras homólogas de las instituciones de Educación Superior del país, mediante el cual solicitaba su apoyo para que en los respectivos procesos de inscripción de nuevo ingreso, se les otorgara una prórroga a los alumnos egresados de escuelas particulares con RVOE otorgado por la DGETI, con la finalidad de que puedan realizar su inscripción.
Con dicha solicitud de prórroga los exalumnos de DGETI ganaron tiempo, pero siguen sin resolver su problema porque la prórroga solo fue por seis meses contados a partir de su ingreso. Dicha prórroga vencería, para miles, en febrero de este año, por lo que la desesperación es la constante entre los afectados, quienes aunque solicitan constantemente información, no reciben respuestas favorables.
La posición oficial de la DGETI es incompleta, solo aciertan a decir que se está el proceso de “consolidación y culminación” y que “en breve término” se hará “la expedición total de los mismos (los certificados)”.
Mientras tanto el tiempo corre y los plazos se terminan, sobre todo para estudiantes de universidades con ciclos cuatrimestrales, a quienes les están condicionando ya la inscripción al siguiente cuatrimestre.
¿Qué ha hecho la DGETI? Oficialmente ha procedido a la cancelación inmediata de los 1,534 certificados falsos; se levantaron las denuncias correspondientes; se solicitó a Tecnologías de la Información de la SEP que realice la investigación correspondiente; y se despidió al extitular de la DGETI, Rafael Sánchez Andrade, nombrando en suplencia a Margarita Rocío Serrano Barrios.
No obstante, es increíble que 7 meses después de detectado el problema, la DGETI y Serrano Barrios sigan sin entregar todos los certificados pendientes y que sean miles los jóvenes los que temen perder sus estudios, inscripciones y colegiaturas devengadas al momento, porque el tortuguismo en la SEP ha sido extremo.
La opacidad reina en este proceso y la transparencia es algo que la DGETI y la SEP, ignoran.
Son muchos los exalumnos y padres de familia que se han comunicado con quien esto escribe para solicitar ayuda, pues estiman que solo visibilizando el problema harán que los certificados faltantes sean entregados.
Sin embargo, aún cuando la DGETI entregue los certificados pendientes y haya cancelado los 1,534 certificados falsos, queda en el aire la sospecha de que pueden haber miles de certificados falsos más, y que seguramente hay estudiantes universitarios -o incluso ya egresados- que hicieron sus trámites con documentos apócrifos.
La SEP no solo debe tomar cartas prontas en el asunto y entregar los certificados faltantes, sino también debe informar sin reservas qué es lo que ha encontrado en el caso.
No solo es trascendente que una ministra haya plagiado una tesis, sino que no se puede soslayar la sospecha natural de que miles de universitarios pudieron llegar y obtener un título profesional, sin haber concluido el bachillerato.
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(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA")
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