Este 5 de febrero se llevó a cabo en la ciudad de Querétaro, un aniversario más de la promulgación de la Constitución mexicana. El evento fue encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien al llevar al recinto donde se celebraba el vento esperaba que todos, subalternos y no subalternos, se pusieran de pie para rendirle pleitesía. Sin embargo, la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no se levantó, como una muestra de la independencia del Poder que ella representa. Y por si quedara suda de su postura, en su discurso la ministra presidenta ratificó su independencia: “Es sano y necesario ponderar la actividad de los jueces en virtud de las resoluciones que emiten y nunca, nunca perder de vista la independencia judicial, la de los juzgadores y la de uno de los poderes constituidos de la República. Una Judicatura independiente es pilar de nuestra democracia”. Por cierto, Jesús Ramírez Cuevas, vocero presidencial, reclamó que la ministra Norma Piña no siguiera los protocolos en este tipo de eventos. En un mensaje de Twitter anotó: “En el acto del 106 aniversario de la Constitución mexicana fuimos testigos de la vitalidad de nuestras instituciones con un debate de ideas entre los representantes de los tres poderes de la Unión. Resulta desafortunado que no todos respetaron el protocolo de la ceremonia”. De esos funcionarios necesitamos, de los que rompen los protocolos para dejar muy clara su autonomía e independencia.
(DE LA COLUMNA "VIERNES CONTEMPORÁNEO)
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