Así, el Seguro Popular nació como un vehículo de inversión, que en espíritu era idóneo pero en la práctica nunca funcionó y se convirtió en un hoyo negro de corrupción. La Ley del Seguro Popular señalaba que por cada persona inscrita al SP, el gobierno tendría que destinar recursos para la inversión en el Sector Salud. Además, se dividiría a la población en 10 deciles, y del decil 1 (los de menos recursos), hasta el decil 6, no se pagaría por pertenecer al SP y se tendría acceso, sobre todo, a la atención de enfermedades catastróficas. Del decil 7 al 10, se debía pagar y con ello se pretendía el financiamiento. Sin embargo esto último nunca pasó, pues del decil 7 en adelante, las personas preferían pagar por la salud privada que ir a medio morirse a un hospital del Sector Salud.
Ya en este gobierno la 4T cambió el Seguro Popular por el Insabi, pero pasó lo mismo, no le entendieron. La gente y los mismos diputados esperaban ver clínicas y hospitales del Insabi, cosa que no sucedió pues la esencia era la misma, un vehículo de inversión para gastos catastróficos.
Por eso es que ahora que los diputados quitan el SP y que los diputados de oposición aseguran que con ello se provocarán que alrededor de 15 millones de mexicanos se quedarán sin acceso a los servicios de salud, siguen mostrando que no entendieron lo que era ese Instituto.
Quitarlo, eso sí, está mal, pero no porque se le quite el acceso a la salud a millones de mexicanos, sino porque como ha pasado con todo lo que la 4T ha quitado, prefiere eliminarlo que arreglarlo. El SP, en espíritu, es de lo más benévolo que puede existir, sólo que los recursos escasamente llegaban y eran botín de los gobiernos en turno. ¿No lo cree? Precisamente uno de los funcionarios que cayó primero del gobierno de Duarte fue el que llevaba el Seguro Popular, porque de allí se desviaron miles de millones.
El Insabi podía ser rescatado, solo que para la 4T es más fácil tirar que remendar.
Lo verdaderamente grave es lo que harán con toda la carga de atenciones catastróficas al pasar toda la carge del Insabi al IMSS Bienestar, sin que quede claro si será una nueva nomenclatura o transformarán el actual IMSS.
Si la carga del Insabi se pasa al IMSS, podría ser incluso inconstitucional, pues el Insabi y el Seguro Popular estaban dirigidos al sector abierto (aquellos que no cotizan ni aportan recursos), mientras que el IMSS no es para población abierta (los usuarios aportan -y mucho- para su mediocre atención).
Por tanto, sería la población que sí aporta la que sostenga a la población abierta, con el agravante de que el IMSS está “al borde de la crisis”, como -eso sí- atinadamente señalan los diputados de oposición. Y allí es cuando los usuarios del IMSS que aportan mensualmente se preguntarían ¿Y nosotros por qué?
El IMSS está saturado, y el hacerle llegar más pacientes lo hará tronar irremediablemente.
Es notorio entonces que habrá materia para criticar la medida, aunque no siempre esa crítica sea la adecuada, pero eso sí, apuesto doble contra sencillo que será un auténtico gatopardismo, en el que se cambiará todo para seguir igual… igual y muy lejos de la atención pública de Dinamarca.
@AtticussLicona
(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA") |