Miles de los 700 mil insaculados, se niegan a fungir como funcionarios de casilla. Unos se niegan por la inseguridad, otros por falta de confianza en las autoridades, otros porque jamás les llega el apoyo y se pasan el día de la elección sin alimento en el estómago; otros por desidia, y en general mil y un pretextos. Ante ello, funcionarios del INE recibieron la instrucción de buscar ciudadanos que participaron en anteriores elecciones, es decir, ya ni siquiera a los insaculados. Echarán mano de quien puedan, pero éstos también se niegan. Corre la versión de que también el problema es económico, pues el INE les da sólo 200 pesos (si bien les va, o cuando mucho una coca y un gansito); mientras que los representantes de partidos políticos reciben entre mil y mil 500 pesos. Así que ¿será la inseguridad, la crisis económica y falta de empleos, la desidia, el desinterés, o qué será lo que está ocasionando este grave problema? ¿Será una estrategia electoral? Cuando no hay funcionarios de casilla se toman los primeros de la fila y allí, muy bien formados y peinados están siempre personas afines a los partidos políticos. |