La dependencia se mantiene atenta a toda queja o denuncia ciudadana relativa a la venta de alcohol y tabaco a menores o la venta a granel, de la que también se tiene conocimiento. Ante ello, se realiza una supervisión y, si es necesario, se da parte a la Subdirección de Comercio.
En seguimiento a las acciones emprendidas con los estudiantes, también se realiza trabajo de concienciación con padres y madres de familia y profesores, para que presenten las denuncias necesarias ante cualquier situación de riesgo.
Iride Jiménez consideró que es fundamental crear o reforzar la conciencia en los adultos, ya que “los automóviles no son de los adolescentes, son de los padres de familia, los permisos los otorgan éstos, y a ellos corresponde supervisar las actividades de sus hijos”.
Hizo un llamado a los jefes y jefas de familia a no ser los primeros en proporcionar a los niños y adolescentes el primer consumo de alcohol o de tabaco. “Sabemos que éste siempre sucede el núcleo familiar. No debemos fomentarlo ni permitirlo, ya que cualquier sustancia en cualquier cantidad es tóxica para los menores de edad”. |