No se le olvide que oficialmente el factor de riesgo para los posibles préstamos bancarios toma en cuenta solo las deudas bancarias, y aunque Antonio Gómez Pelegrín ha reconocido una deuda total de 87 mil millones de pesos, la diferencia puede verse de diversas maneras, pues no todo se le debe a los bancos. Toda la deuda extra no bancaria tiene que ser aún validada, revisada y justificada. No solo porque alguien diga “me debes” ya se le va a pagar. Todo eso se tiene que auditar y quién sabe cuánto se logre renegociar o eliminar de los adeudos.
Pero volvamos a lo sustantivo, a lo que declaró Mead. Lo que soltó fue un claro mensaje… ¡Pero para los banqueros! Les dijo palabras más, palabras menos, que pueden prestarle a Veracruz para que salga de sus compromisos a corto plazo. Miguel Ángel Yunes aceptará esto, no le quepa la menor duda, pues no le queda de otra porque el tiempo se le viene encima. Necesita dinero para pagar los reclamos magisteriales de cada quincena y los de los demás grupos afectados por el no pago del gobierno actual. Si no lo acepta no podrá enfrentar los problemas financieros y no podrá tener un arranque dinámico en su gobierno. En las mesas de trabajo en las que están participando no se sientan solo a lamentarse, en Hacienda, SEGOB y Los Pinos ya le deben haber configurado a Yunes Linares la forma en cómo le van a compensar el sacrificio de los recursos 2017.
Pero ¿Por qué el mensaje de Meade y de dónde viene o nace? Cheque esto:
Todos los estados tienen un tope de endeudamiento que establece la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el “Gran Consejo” compuesto por todos los titulares de Finanzas de los Estados de la República. Ese tope son los llamados “COVENANTS”, y ningún estado por ninguna razón puede rebasar esos límites, si lo hicieran automáticamente los bancos y la SHCP le congelan las cuentas dónde está el dinero del Estado como garantía para el pago de esas deudas.
El COVENANTS son, junto con las garantías del security package, obligatorios en los créditos sindicados para controlar el riesgo crediticio. Estos dos grupos de garantías conforman el documento marco llamado Term Sheet.
¿Mucho término financiero? ¿No entendió y no ve dónde está el problema? Le explico, Javier Duarte de Ochoa experimentó la presión del Covenants hace dos meses cuando el estado quedó en esa situación en la que había superado su nivel de deuda bancaria por lo que tuvo que ir a negociar un instrumento llamado Waver. Éstos ‘wavers' son suspensiones temporales del proceso que inician los bancos para congelar las cuentas bancarias del Estado. En ese entonces Duarte consiguió un plazo de 90 días, calculando los que le faltaban a su gobierno. La condición es que si al final de esos 90 días el Gobierno del Estado no renegociaba la deuda o bajaba los topes a su deuda, se aplicaría y reiniciaría de nuevo el proceso.
En cristiano: Javier Duarte se sobreendeudó y como le iban a congelar las cuentas bancarias del Gobierno del Estado, consiguió tres meses más, mismos que se vencen en diciembre. Aquí el grave problema que no se ha dicho. Si no se arregla el problema de la deuda bancaria de aquí a diciembre, al Gobierno del Estado los bancos le van a congelar las cuentas y ahí sí, agárrese porque los bancos cobrarán primero, mucho antes que los maestros o cualquier otro.
Lo declarado ayer por José Antonio Meade, titular de Hacienda, va en ese sentido, fue un mensaje político a los bancos para decirles, “ayuden a Veracruz”, está por debajo de los límites de endeudamiento bancario.
Esa pudiera ser, salvo otras cosas que acuerde y negocie el gobernador electo de Veracruz con Meade, la solución. Es un hecho que el Estado no puede llegar a estadios como los que ya ha advertido el diputado local Ricardo Ahued de una violencia social.
Veracruz no se puede incendiar, no lo pueden dejar que se incendie.
Lo de Duarte y su pandilla se resolverá de otras maneras, pero financieramente sí hay salida para Veracruz.
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