Otro aspecto determinante será el resultado de la renegociación del TLCAN, del cual se espera una resolución en marzo próximo.
Como todos recordamos, durante su desarrollo, las posiciones de México, Estados Unidos y Canadá en algunos momentos, sobre todo al principio, se vieron distantes, pero con el paso del tiempo se advirtió cercanía e incluso coincidencias; una dosis de confianza, basada en la necesidad reconocida por los tres países, de modernización del tratado. El problema está en la distribución de beneficios, dada la actitud de Trump.
Otro factor que tendrá significativo impacto en nuestra economía deviene de la reciente aprobación de la reforma fiscal del presidente Trump, recientemente aprobada por el Congreso estadounidense, que contempla reducir los impuestos para las personas físicas y morales, lo que modificará los flujos de inversión de Estados Unidos a México. Sin embargo, hay que reconocer que las empresas para invertir no solamente responden a cambios fiscales, sino a otros incentivos en materia de comercio exterior como regulaciones, desarrollo tecnológico, innovación e infraestructura.
Finalmente, y tal vez el factor más importante son las elecciones 2018 en México, ya que las percepciones, impresiones y opiniones políticas se adelantaron, gracias a las precampañas e irrupción de los candidatos independientes, el resurgimiento del voto útil y la manera en que se informa la gente a través de las redes sociales y plataformas digitales.
Para muchos especialistas económicos, 2018 significará un escenario de oportunidades para desarrollar el comercio electrónico en México, con productos de manufactura nacional, con la diversificación de negocios, el fortalecimiento al consumo interno y la capacidad de exportación a otras latitudes.
La apuesta pareciera ser: A mayor número de empresas capacitadas, mayores serán las oportunidades de crecimiento del país; las compañías podrán sortear de manera efectiva las turbulencias del mercado y generarán la certidumbre necesaria para tener estabilidad económica, que es lo que necesitamos.
En la víspera de las próximas elecciones, los efectos políticos y electorales no impactarán el consumo de las necesidades básicas de los mexicanos como alimentación, estudio, trabajo y entretenimiento.
Parece que los mexicanos, finalmente hemos aprendido a vivir en la incertidumbre y el riesgo. Ese es el reto de toda economía emergente que aspire a consolidarse. Creo que vamos por buen camino. Feliz Año.
(*) El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Economistas @acanovelez
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