El rechazo a la medida, si es que lo hay, es político… al riesgo político que implicará concentrar tanto poder en los coordinadores estatales de Programas de Desarrollo y ponerlos a la par de gobernadores y presidentes municipales, así como al riesgo de afectar esquemas de coordinación fiscal y la distribución de los recursos que se bajan de la Federación a los estados.
¿Y cómo si no? Si a simple vista se puede observar que de acuerdo con datos fríos de los personajes nombrados por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, publicados en el Portal Inteligencia Estratégica en www.inteligenciaestrategica.com.mx, se encumbra y proyecta hacia futuros cargos políticos imaginables a 19 directivos estatales de MORENA, a 8 que ya fueron candidatos a puestos de elección popular en 2018 y ganaron, y a 7 que fueron candidatos a puestos públicos que perdieron en las urnas.
Estos serán los ‘brazos’ y ‘ojos´ de AMLO que empezarán a funcionar el próximo primero de diciembre, y de estos, 7 no han podido comprobar sus estudios, 20 tienen grado de licenciatura, 4 de maestría y solo dos tienen nivel de doctorado. Es decir, son perfiles políticos más que de carreras administrativas.
En Veracruz, al menos, el perfil del coordinador estatal lo coloca en una situación de menor riesgo ya que Manuel Huerta Ladrón de Guevara tiene grado de licenciatura en Derecho y en Sociología, otorgados por la Universidad Veracruzana.
En su currículum refleja amplia carrera política al ser diputado federal (1991-1994) y local (2012-2015), del 2015 a la fecha ha fungido como presidente del CEE de Morena, ha sido militante del PT y fundador y miembro del Consejo Nacional del PRD.
Sin embargo, también cuenta con una prolífica carrera administrativa: ha sido Coordinador de Protección Civil en la delegación de Ixtapalapa, en la CDMX; Subdirector del Programa de Mantenimiento de Vivienda y Jefe de Asentamientos Humanos del Programa de Mejoramiento de Vivienda el Instituto de Vivienda del DF; y de 1981 al 1987 fue jefe del DIF Estatal de Veracruz.
Difícil el papel que tendrán que jugar los Coordinadores Estatales de Programas de Desarrollo, sobre todo porque desde ahora ya se encuentran en el ojo del huracán y son parte sustantiva de los ‘amarra navajas’ que tratan de contrapuntearlos con los gobernantes en turno.
Lo más prudente es esperar a que se conozcan las reglas de operación y los reglamentos internos de las Coordinaciones de las que seguramente el propio AMLO no les quitará el ojo de encima pues, cómo él, deberán ser los adalides de la honestidad y la justicia. |