AMLO fijó a su Secretario de Educación intentando ponerle nombre y apellido al proyecto en esa área; Cuitláhuac García no se decide, o al menos eso comunica. AMLO nombró a su vocero para dar la cara por él en temas mediáticos, Cuitláhuac García no lo ha hecho.
Nunca me pareció equivocado que López Obrador adelantara su Gabinete en caso de resultar vencedor; de alguna forma permitía que los votantes evaluaran también si apoyaban a los futuros Secretarios de Despacho. Fue un arma de doble filo, pues hubo varios que por antipatía a algún futuro funcionario, retiraron su sufragio al tabasqueño, sin embargo, a final de cuentas, le resultó.
En Veracruz, la clase empresarial, esté o no de acuerdo con el nombramiento, ya sabe quién será el Secretario de Desarrollo Económico con Cuitláhuac García, lo cual elimina, sin lugar a dudas, algunos factores de incertidumbre en esa área. ¿Por qué no continuar así?
¿Qué pasa en aspectos tan sensibles y golpeados en Veracruz como la seguridad y las finanzas?, ¿por qué no mostrar firmeza de planificación en rubros donde el estado necesita nombres y apellidos?, ¿por qué exagerar en el nombramiento a “cuenta gotas” de Secretarios de Despacho?
Cuitláhac García hizo bien en anunciar relativamente rápido a su Secretario de Gobierno. Concretó un buen “manotazo de autoridad” adelantando su segundo al mando, pero después, en términos de opinión pública veracruzana, dicha sensación de control y autoridad se desinfló.
Hace algunos días en la todavía casa de campaña de AMLO, ahí, en la Colonia Roma, una persona me dijo que había instrucciones precisas de cuidar más Veracruz que Morelos; ahora entiendo por qué.
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