Los refranes son la más pura sabiduría del pueblo y no fallan. “No hagas cosas buenas que parezcan malas” y “cuando el río suena es que agua lleva”, son dos refranes que les quedan a la perfección a un par de funcionarios Cuitlahuistas.
Por eso bien haría Cuitláhuac García Jiménez, gobernador de Veracruz, ‘por sí las moscas’, dedicarle un par de horas a los titulares de Salud, Roberto Ramos Alor, y al de Sedesol, Guillermo Fernández Sánchez, pues resulta muy, pero muy extraño que precisamente en esas dependencias se esté usando el mismo modelo para evitar que los procesos de licitación lleguen a su término y mediante dictámenes carentes de sustentos se declaren desiertas para dar paso libre a las adjudicaciones directas.
No son pocos los que han señalado ya estas acciones. Por ejemplo, la diputada local Andrea Yunes ya está pidiendo que la Fiscalía y la Contraloría investiguen esas adquisiciones directas. Y por otra parte los columnistas Quirino Moreno y Filiberto Vargas Rodríguez, entre otros, también han expresado dudas de esos procesos en Sedesol.
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Allá en la capital del país, cuando los periodistas le han señalado al Presidente Andrés Manuel López Obrador casos directos de presunta corrupción, éste ha agradecido que le ayuden a limpiar y ha ordenado de inmediato que se investigue. Los periodistas, ha dicho AMLO, son los ojos de la ciudadanía y lo agradece.
¿Sería mucho pedir que Cuitláhac aquí le imite en eso? |