Dos veces Senador de la República, 3 veces diputado Federal y 26 años de ser el poderoso cacique petrolero del país, Carlos Romero Deschamps renunció a su cargo de Secretario General.
Tarde quizá aceptó irse del Sindicato, a pesar de todos los mensajes que se le enviaron desde las entrañas de la 4T en la que le decían que su estilo y antecedentes no cuadraban con los postulados anticorrupción del nuevo gobierno.
La gota que al parecer derramó el vaso fue lo publicado este día por el diario Reforma en donde se dice que la Unidad de Inteligencia Financiera del SAT a cargo de Santiago Nieto Castillo le había congelado las cuentas bancarias del líder y de todos sus familiares, lo que el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador se encargó de desmentir en su conferencia de prensa mañanera, pero aceptó que sí habían denuncias contra el líder petrolero que se encontraban en la Fiscalía General de la República.
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