Mucho tendrán que hacer aún los operadores políticos del diputado Juan Javier Gómez Cazarín, responsable político de la candidatura de Ramírez Zepeta, pues al parecer le han mentido diciéndole que ya todo estaba amarrado en favor del preferido de Palacio.
¡Nada cierto!
Al menos eso se aprecia por el tremendo relajo que se ha hecho manifiesto en los últimos días, tejido desde las meras entrañas de Morena a nivel nacional.
Por ello, las cosas al interior de MORENA pintan estar más que calientes, al rojo vivo y se presume que creciendo, pues hay un atractivo sobrenatural de por medio: la repartición de candidaturas en Morena y sus aliados para el proceso electoral intermedio del 2021.
El movimiento insurgente es liderado -se sabe- por un diputado federal plurinominal muy tozudo que no entiende que no basta con ser amigo del Presidente para poder mangonear en un Estado que si bien es su estado político, hasta antes del tsumani electoral del 2008 nadie lo conocía. Hay quienes afirman que la cabeza visible del movimiento en contra de Ramírez Zepeta es Alejandro Rojas Díaz Durán, pero otros aseguran que el titiritero es el Senador Monreal Ávila.
Por debajo del agua, se sabe que el diputado federal Marco Antonio Medina Pérez, quien al parecer trae muy escondido entre sus adentros la obsesión de dirigir a Morena en Veracruz, es el más recalcitrante opositor a lo que ahora llaman: ‘la imposición de Cuitláhuac’.
Este diputado es de cuidado, pues ya en el 2015 al perder la dirigencia contra el ahora súper delegado federal en Veracruz Manuel Huerta Ladrón de Guevara, impugnó la elección ante los órganos jurisdiccionales, aunque sin éxito. No obstante hizo un escándalo de aquellos, que a la postre le valió para darle de chiche la diputación federal plurinominal.
Sin embargo, al parecer Medina Pérez no está satisfecho con hacer ‘llantas’ y cobrar una jugosa dieta en San Lázaro, quiere más. Por cierto que si bien para los veracruzanos es un desconocido, no lo es para la cúpula estatal de Morena, por lo que aseguran que su ‘movimiento’ no prosperará pues le tienen por ahí un guardadito de ciertas travesuras de que se le han acusado por allá por Tuxpan.
Fuentes bien informadas platican de la hermandad que han cimentado en San Lázaro el diputado Medina Pérez y Alejandro Rojas Díaz Durán, senador suplente de Ricardo Monreal Ávila, quien inició desde hace mucho una carrera loca por la Presidencia Nacional de Morena y por lo que se ve, el Movimiento le dio la espalda y al final de tanto cochinero que armó, prefirieron dejar el Partido en manos de Alfonso Ramírez Cuéllar.
Aun así, en los pasillos del moderno edificio del Senado en Paseo de la Reforma aseguran que Alejandro Rojas y Ricardo Monreal no aflojan en su intento de adueñarse de Morena… y tener a Veracruz en sus manos sería un gran avance.
Por ello quizá, cuando nadie sabía de opositores a Ramírez Zepeta, aparecieron en escena la diputada Federal Claudia Tello Espinosa, que representa el Distrito Electoral 8 de Xalapa y además ostenta un alto puesto político como Consejera Nacional en el CEN de Morena. Para más señas fue aquella diputada federal que pisó chueco al exigir la renuncia de Verónica Hernández Giadáns como encargada de la Fiscalía General del Estado de Veracruz. Al final se supo que no hablaba por Morena y así como encendió el escándalo que quiso iniciar, éste se apagó.
Además, también de pronto asomaron la cabeza otros morenos del montón como Héctor Quintanar García, Consejero Nacional de Morena; David Alemán y Gonzalo Vicencio con quien el bloque opositor piensa ganar las elecciones estatales de Morena. Todos ellos unos perfectos desconocidos. Pero ya sabe usted que las víboras se arrastran sin hacer ruido, pero si te llegan a picar, cuidado.
¡Cuidado! ¡Sí! Porque Alejandro Rojas Díaz Durán entre otras cosas no puede ver ni en pintura al gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez y no se lo ha mandado decir desde el Altiplano, aquí mismo en Veracruz se ha plantado ante los medios a decir por ejemplo que ‘las elecciones intermedias en Veracruz se corre el riesgo de que Morena sufra una derrota, y no una derrota cualquiera, ‘una tremenda derrota’ por las graves fallas de la administración actual ya que Cuitláhuac le ha quedado a deber mucho a la Cuarta Transformación’. Rojas Durán ha dicho también que ‘Cuitláhuac no está haciendo un buen trabajo y podría traer como resultado que la gente pueda pedir la revocación del mandato en Veracruz’. Y en una gira por Orizaba, Díaz Durán fue más osado al declarar que ‘Si Cuitláhuac pierde Veracruz en el 2021 ponemos en riesgo la continuidad de la Cuarta Transformación’.
O sea que si bien los insurgentes que han sacado la cara no son nada conocidos, ni se ven tan fuertes políticamente, el rechazo a Ramírez Zepeta no es aldeano al 100 por ciento, sino un movimiento de viene de más arriba y entonces sí, como antes dije, las cosas al interior de MORENA seguirán más que calientes y creciendo.
Bien dicen por allí que para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo.
¡Hay jugada señores!
@frlicona |