Mercedes se enamoró de la cocina a los 11 años, cuando su madre falleció y fue ella quien se hizo cargo de este espacio en su hogar. Sin embargo, aclara, su gusto por la gastronomía nació junto a su madre, quien fue su primera maestra y poseía un sazón excepcional que le heredó en forma de recetario.
Para Ahumada el principal reto de vivir en el Viejo Mundo es precisamente la comida, ya que los platillos mexicanos se reducen injustamente a nachos, burritos y fajitas de pollo. En cuanto a los tacos, los que se comercializan en París tienen una fuerte influencia del kebab árabe, por lo que la tortilla es de harina de trigo y el guiso es carne de cordero con ensalada.
Mercedes Ahumada, una mexicana orgullosa de su gastronomía Ante ello, Mercedes ha emprendido un esfuerzo por cambiar la imagen errónea que se tiene de la comida mexicana, así como los prejuicios que se han impuesto sobre ésta, como que es insana y genera obesidad. Los europeos que tienen la oportunidad de probar los platillos de Mercedes suelen quedar sorprendidos por lo exótico, delicioso y colorido de la comida.
Debido a su éxito en Francia, Mercedes y su esposo han emprendido un negocio con su propia marca: Cuisine Mexicaine Mercedes Ahumada. El matrimonio ofrece dos tipos de servicios: banquetes y asesorías gastronómicas, y comercialización de productos mexicanos.
Tortillas, chile, aguacates… son algunos de los productos que Cuisine Mexicaine oferta en un país donde conseguirlos es una tarea titánica. De acuerdo con Ahumada, los franceses aman las carnitas michoacanas, el guacamole es algo que todos quieren probar, pero el taco es el mejor representante de la cocina mexicana ante el mundo.
Mercedes considera que desde la declaratoria de la gastronomía mexicana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, los mexicanos se sienten más confiados y orgullosos de mostrar sus platillos al mundo.
Crestomatía: información tomada de México desconocido. |