En segundo, el ORFIS, por hacerse de la vista gorda pues los municipios en lugar de hacer las obras con las que vendieron la idea al Congreso y a los veracruzanos, desviaron el dinero hacia gasto corriente, adquisición de camionetas de lujo, ranchos, viajes familiares al viejo mundo y lo demás simplemente lo desaparecieron.
Y en tercero, todos aquellos que defendieron el engaño de Fidel de que la Bursatilización no era deuda, ya que a 12 años que los Ayuntamientos recibieron mil 200 millones de pesos ahora se deben mil 400 millones, más todo lo que ya se ha pagado en ese período por concepto de intereses, porque no está usted para saberlo pero de capital no se ha pagado ni un solo peso.
Es decir, de esa terrible deuda que hoy sangra a los ayuntamientos veracruzanos con un gran porcentaje de sus presupuestos anuales, hubo y hay culpables intocables por un sistema preparado para la corrupción en el que finalmente los Partidos Políticos en el Congreso deciden qué hacer con los dictámenes técnicos del ORFIS.
La solución de esa vieja y costosa deuda que ha emprendido el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez es muy buena y era tanto necesario como impostergable, toda vez que les permitirá a los ayuntamientos liberar mensualmente casi el 30% de los recursos que se le retienen para la amortización de la misma.
Sin embargo, de todo lo que se perdió, todo lo que se pagó y no se ejecutó en beneficio de los veracruzanos ahí quedará como un crimen sin castigo, como muchos que hay por ahí en la caja del olvido político.
Otro gallo le cantara a Veracruz si el ORFIS dejara de depender del Congreso, es decir, de los Partidos Políticos convertidos en Poder Legislativo y se convirtiera en un real organismo autónomo con poder vinculante con la Fiscalía General del Estado de Veracruz que auditara y vigilara los recursos públicos libremente, sin importar siglas partidistas.
Obvio que lo anterior no es más que un sueño guajiro pero no por ello dejaría de ser más eficiente que lo que hasta ahora tenemos como sociedad.
@frlicona |