El Corredor Interoceánico se enfoca hacia la reactivación económica y la disminución de brechas económicas regionales, particularmente la situación del sur-sureste del país. Desde 1925 la Federación le ha dado todo al Norte del país y al Sur Sureste le había tocado solo darle los insumos para su crecimiento. El Sur le aporta al Norte y Centro del País la energía eléctrica suficiente –nuclear e hidráulica –aún a costa de históricas y cíclicas inundaciones-; así como el petróleo y el gas que han necesitado.
Al Sur-Sureste le ha tocado históricamente bailar con la más fea: se ha quedado con los problemas sociales y cinturones de miseria en Coatzacoalcos, Minatitlán, Salina Cruz, Oaxaca, Ciudad del Carmen, entre otras.
Ahora, el Corredor le apuesta a la inclusión social, la creación de empleos sustentable y la creación de polos de desarrollo en zonas predominantemente ejidales.
Quizá pocos estén enterados, pero el Corredor está en marcha. A la fecha el Gobierno Federal ha informado de un avance del 17% en el tendido de vías férreas y se avanzó en la adecuación y modernización de los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz.
Con la modernización del ferrocarril del Istmo se reducirán los tiempos de traslado de 7.5 a 4 horas. ¿Sabe lo que ello significa en ventajas comparativas para el comercio internacional?
Pero el Corredor no es solo vías férreas sino también la modernización de la infraestructura carretera y la construcción de caminos rurales. La construcción de un gasoducto que estará al servicio de las empresas y consumidores domésticos. El tendido de una línea de fibra óptica que fortalecerá la conectividad digital de la región que actualmente carece de internet.
El comercio internacional tendrá un gran punto de apoyo en el Istmo de Veracruz y Oaxaca, sin tener que abrir un Canal como en Panamá y los veracruzanos se beneficiarán con ello.
Quizá lo sienta usted muy lejano… y aún lo está; pero el Sur de Veracruz, también es Veracruz.
@frlicona |