Para nadie es un secreto quienes son los políticos perfilados por MORENA que buscarán el poder en el 2024 en Veracruz de la mano de AMLO o del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Esa es la meta política -aunque lo nieguen- de la titular de la SENER, Rocío Nahle García; del senador Ricardo Ahued Bardahuil; del súper delegado federal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara; y del Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos; entre otros.
Todos ellos tienen sus maquinarias andando en Veracruz; todos ellos tienen equipos políticos cabildeando y sumando puntos para sus alfiles; y todos ellos tienen sus propios caprichitos políticos.
Pero a todos ellos, la posibilidad de gobernar Veracruz se les volvería agua entre los dedos si insisten en querer ganar la capital con alguno de sus gallos o gallinas como la diputada federal Dorheny García Cayetano, la diputada local Rosalinda Galindo Silva, la diputada local Ana Miriam Ferráez, el exfuncionario municipal Juan Vergel Pacheco, o el senador suplente y empresario Ernesto Pérez Astorga. Todos, quizá, con buenas intenciones y capacidades personales, pero que -según parece- no les bastarían para ganar la capital Xalapa con lo convulsionada que la está dejando el actual alcalde Hipólito Rodríguez.
Se necesita fijar el rumbo y el método. ¿Regresar a la tómbola como en el 2018? ¡Impensable!
Xalapa y los xalapeños están golpeados, convulsionados políticamente, molestos, irritados por el pésimo gobierno municipal actual. En MORENA están conscientes de ello, y saben también que con cualquiera de los anteriormente enunciados una derrota es bastante probable en la elección de junio próximo.
Si se pierde la alcaldía de Xalapa, se jalaría el ánimo político en contra de MORENA y podría perder también las diputaciones locales y federales que hoy detenta, lo cual sería el caos y el primer gran frentazo de MORENA y de todos aquellos que ya sueñan con conservar el poder y llegar a ser el próximo gobernador o gobernadora de Veracruz.
Rocío, Ricardo, Eric, Manuel, Zenyazen, Juan Javier e incluso Cuitláhuac García deberán pensar seriamente en algún candidato que les asegure el triunfo, aunque no sean los alfiles que han ido proyectando, o al menos medir a los suyos en una verdadera encuesta como las que ha utilizado MORENA para sacar a sus candidatos a gobernador.
No será fácil, pero si piensan con la cabeza y no con los hígados, quizá puedan conservar la Capital y arrebatarles algunos bastiones políticos de importancia a la oposición, porque la situación pinta muy parecida en otras cabeceras municipales.
El 2021 no pinta ni tantito igual al 2018 para MORENA. ¿Se imagina la presión en caso de que MORENA pierda Xalapa, la tierra y domicilio del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez? Si quieren que los xalapeños vuelvan a votar por ellos, deberán hacerlos sentir que se preocupan por llevar al poder a alguien que sepa gobernar y que no les repetirán la misma dosis de improvisación como Hipólito Rodríguez Herrero.
Pero no sólo eso, el cuadro que deberán buscar no solo debe aglutinar las fuerzas de MORENA, sino apaciguarlas haciéndolas sentir que no se le está entregando ese bastión a cualquiera de esos perfilados para suceder al gobernador, so pena de iniciar desde ahora una cena de negros que no pintaría nada bien para el 2024.
¿Quién de los alfiles podría garantizar lo anterior? ¿Visualiza Usted a Dorheny, Rosalinda, Ana Miriam, Vergel o Pérez Astorga, superando la pobre actuación de Hipólito? O aún más, ¿Cree que alguno de ellos pueda también arrebatarle fuerzas y votos a la coalición PAN-PRI-PRD o que tenga estructura territorial en el municipio?
Imagínese que gane la alcaldía algún candidato de la Coalición, sin descartar alguna posible sorpresa por alguno de los partidos políticos nuevos, ¿Cómo serían tres años en Xalapa? Los pleitos políticos entre los gobernantes vecinos serían constantes y una piedrita en el zapato para el Gobernador y para MORENA.
Continuar la insolvencia política de otro gobernante salido de la tómbola o de alguno de los antes mencionados netamente morenos que en los dos años que llevan en sus puestos no han demostrado nada extraordinario como para confiarles la alcaldía de la capital, sería riesgoso.
¿Qué pasaría si al día siguiente de la elección de junio aparecieran las cuentas de que Morena pierde alcaldías y diputaciones locales y federales en Xalapa, Veracruz Puerto, Boca del Río, Coatzacoalcos, Poza Rica, Córdoba, Orizaba y Tuxpan? ¿Con qué fuerzas políticas defenderían al presidente Andrés Manuel López Obrador para la confirmación de su mandato? ¿Con qué fuerzas impulsarían las Consultas Populares? ¿Cómo apoyarían al Presidente en el 2022 en la consulta para la revocación del mandato? Todo eso y más es lo que está en disputa en Xalapa, y es por eso que la situación no está para hacer experimentos.
Lo que todos deben entender, lo que deben entender Rocío, Ricardo, Eric, Manuel, Zenyazen, Juan Javier, es que si pierden Xalapa todas sus ilusiones y esperanzas se desmoronarían como castillos de arena a la orilla del mar.
Cuitláhuac García Jiménez seguramente debe tener la intención de terminar su gobierno con la suficiente fuerza política para que MORENA conserve el poder estatal y federal, y esa visión también estaría en riesgo si no van en unidad en las elecciones del 2021.
Todo lo anterior conlleva sólo a algo: MORENA tiene que apostarle todo, absolutamente todo, a ganar Xalapa a como dé lugar.
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