El problema es que la división interna se recrudeció desde la pasada elección interna para elegir a la dirigencia estatal del PAN en la que resultó ganador –después de ir a tribunales y una segunda vuelta- Joaquín Guzmán Avilés y, se recrudeció aún más luego de la alianza que se pactó con el PRI y que no resultó como esperaban porque prácticamente quedar noqueados en la pasada elección intermedia.
En el panismo local se asegura que votar por Marko Cortés será como votar a favor de que los Yunes sigan mangoneando el CDE y al menos los seguidores del 'Chapito', los Serralde y los Rementerías no están dispuestos a permitirlo. Aunque claro que no lo harán de frente, pues ellos dicen que su gallo es Marko, pero lo cierto es que le va a echar la caballería encima por debajo del agua, pues tampoco quieren de dirigente a Tito Delfín.
Ayer, desde la Ciudad de México, el panista Gustavo Madero lanzó una encuesta para saber quién debería encabezar la nueva dirigencia nacional que estatutariamente debe decidirse a más tardar en noviembre de este mismo año.
La votación en dicha encuesta ha sido copiosa con casi 125 mil votos, reflejando el 49% en favor de Marko Cortés, 6% para Adriana Dávila, 9% para Gerardo Priego y el 36% para Pancho Domínguez.
Sin embargo, la votación ha sido de volteretas constantes y ya se sabe que las encuestas en redes sociales no son confiables. Lo que sí se sabe es que en Veracruz las preferencias van hacia Pancho Domínguez.
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