El caso tiene que ver con aquellos señalados sobornos en el escándalo nacional del Odebrecht, y otros más de diferentes pesos jurídicos que poco a poco se irán conociendo.
El pero, y muy justificado pero, es que Carlos Alberto Treviño Medina será deportado a México, donde hasta ahora las autoridades Fiscales y del Poder Judicial no han podido formalizar la cárcel para otro exdirector general de PEMEX en el sexenio de Enrique Peña Nieto de nombre Emilio Lozoya Austín. Como se recordará, luego de ser extraditado desde España, Lozoya hoy goza la gracia de un juez que le otorgó que siga su juicio desde su casa.
Con ese antecedente y otros muchos más, lo que podría pasar con Carlos Alberto Treviño Medina podría ser puntualmente lo mismo bajo la protección del Peñismo tan fuerte que aún hay en el país.
Así que todo el gozo y alegria política que muchos celebraron esta mañana, podrían diluirse al paso de los siguientes meses o años.
Aunque sí, este será el primer caso mediático que tendrá en sus manos el nuevo cuerpo de no togados ministros de la nueva Suprema Corte del Poder Judicial de la Federación.
A ver si es cierto, que pueden.
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