¿Qué imaginan los que hablan de un montaje? ¿A la presidenta dando las instrucciones: “Sale, emborrachan a un militar, lo visten de civil, y que se me acerque por detrás, me dé un arrimón y que me agarre los senos, y listo, toman la foto, con video y todo, y lo distribuyen para hacerme la mártir”? ¡Caray! Quien pueda pensar que eso se planea debe tener una facilidad ingente para ser tomada del pelo.
Pero dejemos detrás esa discusión estéril.
Lo cierto es que hubo fallas en la Seguridad Presidencial por muy espontánea que haya sido la caminada de la Presidenta del Palacio a la SEP… y deben rodar cabezas de quienes coordinan su equipo de protección.
La Presidenta hizo lo que debía hacer, lo que todas las personas deben hacer cuando son víctimas de acoso. Denunció penalmente el acoso del que fue víctima ayer en la Ciudad de México y señaló: “Mi reflexión es que, si no presento delito, ¿en qué condición quedan las mujeres mexicanas?”.
Anunció también que comenzará una campaña contra este delito e iniciará la revisión de la legislación en las entidades, pero no se vería el lado humano que caracteriza a Sheinbaum si no ordena que se le dé seguimiento al caso y se vea por la salud psicológica Uriel Rivera Martínez, pues es un mexicano con evidentes trastornos o al menos dipsómano como hay muchos en el país y son muchísimas las mexicanas que sufren por ello. |