El asunto habría sido construido una vez más por la mente perversa que acompaña al Ejecutivo Estatal desde la oficina opuesta a la suya en Palacio de Gobierno.
Vendiendo la versión de que los recientes encuentros de militantes, legisladores y funcionarios estatales con el senador Ricardo Ahued Bardahuil serían la confirmación de la acción a ejecutar.
Y es que extrañamente Esteban Ramírez Zepeta, Dorheny García Cayetano y el mismo orquestador del supuesto borregazo se habría apersonado ya con el senador hidalguense, avecindado en Xalapa.
La justificante se habría construido, bajo una serie de errores cometidos por la misma 4T, con base en el más reciente escándalo en Pemex y los contratos otorgados a la prima del presidente Tabasqueño, Felipa Obrador.
Así intentaron justificar el dicho, asegurando que el mismo Ingeniero Agrónomo, Octavio Romero no habría podido con su paquete al frente de la paraestatal y evidenciar la red de complicidades corruptivas en la entrega de contratos a la prima del mandatario nacional, por lo que sería renunciado.
Y al quite pretenden meter al otro Ingeniero Mecánico Eléctrico al que le acusan de no poder también con su paquetón llamado Veracruz.
Nada más falso.
Este reportero ha podido conversar con fuentes muy cercanas al mismo líder y fundador de Morena, quienes categóricos advierten que es falsa la supuesta salida de Cuitláhuac García.
Es más, sostienen que eso no habrá de suceder por el momento, es más, se atreverían a decir que nunca ocurrirá, pues el presidente no se equivoca y bajo esa máxima, los veracruzanos habremos de tener a García Jiménez hasta el fin de su mandato.
Pero aún existe una razón más poderosa para que dicha acción no ocurra, y es que si en alguien tiene ultra confianza el presidente López dentro de su gabinete es en dos personas: uno es Octavio Romero Oropeza, el otro Alejandro Esquer.
Así que el borregazo soltado nuevamente por el obscuro personaje de Palacio de Gobierno vuelve a evidenciar esa maleficencia por exhibir al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que por increíble que parezca lo sigue manteniendo en su encargo.
Dos hechos más exhiben su andar por la política veracruzana, el primero, el ordenar a la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) reintegrar recursos federales a los municipios con adeudos reconocidos por pasadas administraciones estatales y fallados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como retenerle el pago de prerrogativas a los partidos políticos de oposición, quienes hasta el día de hoy adeudan ya al menos dos quincenas a su personal, como medida de desquite y presión tras caérseles la Reforma Electoral.
La segunda el haberle sugerido a la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadans presentarse vestida de uniforme y con arma de cargo en reciente evento en compañía del mismo mandatario estatal, en donde por suerte no se le disparo la mal ajustada arma de cargo, provocando una tragedia.
Aun cuando sus deseos por hacer caer al gobernador García Jiménez de su encargo es su mayor aspiración, al parecer el que manda en el país ha dicho… ¡Cuitláhuac no se va!
Al tiempo.
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