Al revisar la actuación del imberbe Consejero de la Judicatura estatal, Humberto Oliverio Hernández Reducindo, de manera automática vino a mi mente aquella frase atribuida al dictador chileno Augusto Pinochet: “Ayer estábamos al borde del abismo; hoy hemos dado un paso adelante”.
En efecto, producto de su novatez y de su evidente limitación académica en la rama del derecho, el representante del Poder Legislativo en el Consejo de la Judicatura se fue acercando cada día más al barranco, y la actitud que ha asumido en los días recientes representa, sin dudarlo, el paso que le hacía falta para precipitarse al vacío.
Y es que, producto de su innegable novatez (le fue otorgado el cargo a pesar de que no alcanzaba aún la edad que se requería para ello), al subirse a ese minúsculo ladrillo, sufrió el mareo que les suele dar a las mentes débiles.
Bien lo decía Tácito, aquel historiador romano: “Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio”.
Ubicado por las circunstancias, en el ojo del huracán que se generó en el Poder Judicial del Estado, Hernandez Reducindo confundió la gimnasia con la magnesia y de pronto se sintió más poderoso que los magistrados, que los otros consejeros y hasta que la Presidenta del Tribunal Superior de Justicia.
Utilizando como argumento que su voz era la del gobernador Cuitláhuac García y la del Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local (Jucopo), Juan Javier Gómez Cazarín, quienes “transmitían instrucciones” a través de su persona, este mozalbete se asumió como “el Rey de la selva” y se dedicó a vender plazas, a colocar a sus incondicionales en posiciones estratégicas (sin importarle que no cubrieran el perfil requerido) y a despotricar contra los propios togados, a los que tachó de “ignorantes”.
Alentado por sus “asesores”, el joven consejero hizo del Tribunal Superior de Justicia su “coto de caza” y no entendió que en la política, los momentos de gloria son efímeros.
Justo este lunes, en el portal de noticias de la XEU, se publicó una larga entrevista realizada al Presidente de la Jucopo, Juan Javier Gómez quien, cuestionado específicamente sobre el papel que jugaba en el Poder Judicial del Estado, salió a aclarar las cosas:
“Te puedo decir que yo no participo de manera directa en el Poder Judicial; lo respeto, es un órgano totalmente autónomo”.
No hay, pues, “instrucciones del diputado”, tampoco existe “línea del gobernador”. Todo se trata de un discurso plagado de embustes por parte del Consejero, para hacer de las suyas en un ámbito donde se conoce de leyes y se identifica a quienes tratan de torcerlas.
Nadie le dijo que su papel de mensajero no le otorgaba ninguna canonjía. Ahora lo va a aprender.
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Epílogo.
Dicen que las malas noticias nunca llegan solas. Apenas ayer me sacudía la notificación del fallecimiento de mi amigo Polo Rivera, y horas después recibía otra infausta noticia: otro fotógrafo, otro gran amigo, Alfredo Espinoza, sucumbió ante el Covid-19. Mi corazón está de luto. Vaya desde este espacio mi mensaje de solidaridad para sus familias y sus seres queridos. *** En la Ciudad de México, el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó la convocatoria -dirigida exclusivamente para mujeres- para designar a las consejeras de los Organismos Públicos Locales (OPLE) de los estados de Veracruz y Coahuila por un periodo de siete años. *** La intención es cubrir las dos vacantes que se generaron en días recientes derivado de la renuncia de dos consejeras que fueron nombradas como Magistradas Electorales en sus respectivas entidades. *** La Secretaría de Salud informó este lunes que ya son 118 mil 598 las personas fallecidas por el nuevo coronavirus SARS-COV-2 en México. (¿Recuerda que el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell advirtió que “un escenario catastrófico” sería llegar a las 60 mil muertes? Ya casi llegamos a una situación “doblemente catastrófica”). A la fecha, los casos confirmados de contagios por Covid-19 ascendieron a un millón 325 mil 915. Es indispensable que todos nos cuidemos.
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