Ahora que han empezado a llegar varios cargamentos con vacunas a nuestro país, mucho se ha hablado de que el gobierno está cumpliendo con garantizar el acceso a este recurso, no obstante (y como ya es costumbre), los datos presentados por el presidente y sus funcionarios no corresponden a la realidad. Son varias las muestras de esto, pues tanto servidores públicos, como simpatizantes de MORENA han sido evidenciados en actos de corrupción al “brincarse la fila” y vacunarse ellos y a sus familiares antes de los tiempos que el mismo gobierno planeó y presentó. Sin mencionar que, a diferencia de las cifras presentadas por López Obrador en donde afirmó que su administración ha aplicado más 234 mil vacunas, la Organización Mundial de la Salud reportó sólo 90 mil, ¿qué fuente les parece más confiable?

Incluso varios médicos y demás trabajadores de la salud en todo el país han denunciado que las vacunas no han llegado para ellos que están en la primera línea de batalla, pero sí para los altos ejecutivos que dicen dirigir la estrategia cómodamente desde un escritorio. Ni hablar de quienes atienden casos covid en hospitales particulares, pues ellos ni siquiera son considerados. Es más, para el presidente es igual de importante (o tal vez más) vacunar a los llamados “servidores de la nación” que al personal de la salud, lo que inevitablemente nos da pie a especular que esto lleva tintes electorales, para variar…

El mismo día que el mandatario nacional anunció que no se politizaría la vacunación, un tuit de la cuenta oficial del partido que él encabeza subía una imagen con la leyenda «Gracias al gobierno de la #4T, el Plan Nacional de Vacunación ya está en marcha y todos tendrán acceso a la salud. #VacunaUniversalyGratuita». ¿Qué decir de los spots de campaña de MORENA? «Con la llegada de la vacuna contra el covid-19, México tiene esperanza», se escucha en los promocionales de televisión y radio públicas, lo anterior acompañado del logo del partido y agradeciendo en todo momento al gobierno en turno. Lucrar con la salud es aberrante, pero hacerlo desde el gobierno es simplemente monstruoso.

Ahora bien, es importante recalcar que esto era previsible, porque centralizar toda la logística de la vacunación únicamente en el gobierno inevitablemente genera corrupción, pues se crea un monopolio de vacunas en donde un solo ente decide quién sí y quién no se debe o puede vacunar. Ese poder no debe poseerlo el gobierno, sino cada ciudadano en su individualidad. Por esto es que mucho se habló de que empresas particulares pudieran comprar y vender las vacunas, ya que de este modo se genera competencia, lo que reduce los costos de adquisición para la población y, además, es más sencillo que más gente pueda vacunarse y en menos tiempo. La fuerza del mercado siempre superará a la de cualquier gobierno, repito, siempre.

Afortunadamente ya hay un empresario veracruzano que pudo conseguir un cargamento grande para distribuirlo en nuestro país, esto si la COFEPRIS y las autoridades sanitarias se lo permiten, de otro modo, buscará un mercado donde sí le permitan vender. Dicho empresario comentó en entrevista a medios nacionales que el costo al público de la vacuna estaría entre 720 y 800 pesos, ¿les parece caro? Imagínense si hubiera más empresas que la pudieran vender, su precio sería aún más bajo.

En fin, que no nos sorprenda que entre más cerca estemos de las elecciones de este año, más se hable de los “éxitos” de la vacunación gracias al gobierno y a MORENA, pues parece ser que, junto a los programas sociales, son sus cartas más fuertes para competir en la boleta. 

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