La disputa por el poder político que hoy se da entre los partidos, tiene que ver con el forcejeo, control y manejo del país. Vivimos una intensa movilización electoral, que culminará en las urnas el próximo 6 de junio. Los partidos han de recurrir a los medios y estrategias legales autorizadas, pero también aquellos que se sientan perdidos, utilizarán las coartadas y artimañas que han hecho por años, y lo aplicaran de nueva cuenta, aun a riesgo de ser castigado con cárcel, sin posibilidad de salir bajo fianza, por considerarse como un delito grave. De esa estirpe y devenir es la alianza que conforma el PRIANPRD.
Veracruz, estado que gobierna MORENA, es el tercero en importancia nacional, entre otros rubros, por la cantidad de diputados federales que le aporta al Congreso federal, después del estado de México y la Ciudad de México, no es ajeno a esas alianzas partidistas que se han dado para este proceso electoral. Estas coaliciones ponen de manifiesto los dos proyectos de nación, que hoy viven su máxima confrontación. El sistema económico neoliberal, concebido por las administraciones de Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari, y el otro, el proyecto nacional-progresista, que descansa en los trabajadores, el pueblo, las clases medias y populares, los pequeños comerciantes, y algunos círculos intelectuales y universitarios, que contemplan en gran medida las banderas sociales inconclusas de la revolución mexicana, una mayor justicia y seguridad social para los adultos, apoyo a la juventud mediante becas escolares y de empleo, la recuperación del patrimonio nacional, reconocer a la mujer su papel nodal en el desarrollo del país, el empleo y salarios dignos, la recuperación de la soberanía energética, y sobre todo, que el Estado social y democrático, asuma su preeminencia rectora. Este es el proyecto de MORENA.
El sistema de reproducción económica neoliberal, que sembraron con obstinación de la Madrid Hurtado y Salinas de Gortari, y que las cúpulas económicas impulsaron fielmente, fueron adoptadas por los gobiernos desde Ernesto Zedillo, hasta Enrique Peña, pasando por Vicente Fox y Felipe Calderón. El regreso del liberalismo económico, fue llevado hasta sus últimas consecuencias, produciendo el empobrecimiento de millones de mexicanos. La combinación de poder económico y político, consolidó un nuevo sistema político, con máximo poder para una nueva clase política-empresarial, dando potestad directa al PRI y el PAN. La concentración económica originó élites financieras y de capital, creando hechos perniciosos, que además de la marginación económica, también hicieron irrupción los grupos organizados delincuenciales, el secuestro, la “estafa maestra”, los desaparecidos, la segregación, el saqueo, la inseguridad, la “casa blanca”, la discriminación, la violencia social, “Odebrech” y una corrupción galopante, inherente a esos gobiernos.
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Hoy la población desposeída lucha contra esa herencia maldita, que los grupos, actores, sectores económicos, y políticos que perdieron el poder en el proceso electoral del 2018, buscan restablecer. Para ello se han constituido un solo partido: el PRIANPRD.
Pero por otro lado, la contraparte se ha agrupado en MORENA, partido creado por Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, e incansable luchador social, que de manera consistente, se apresta a defender los logros alcanzados durante estos dos años de gobierno. En Veracruz, MORENA ha estado dando una vigorosa respuesta, a través de la movilización regional. Ha mostrado el musculo, que sin duda alguna se reflejara en los resultados del 6 de junio. En Xalapa, apenas el fin de semana se realizó una gran marcha, convocada por Ricardo Ahued y Rafael Hernández Villalpando, ganarán ampliamente. Los políticos corruptos de la fidelidad-prospera-yunista, y los candidatos patiños-distractores, que participan en la contienda, nada tienen que hacer. Así en el sur, como en el centro y norte, MORENA con apenas tres años de vida política, en y proceso de consolidación, ganara una gran cantidad de alcaldías y diputaciones, tanto locales como federales. Al tiempo, ya falta menos, para ver cómo se retuercen las sanguijuelas, que como método y sistema, siempre tienen justificaciones injuriosas y sus lapsus brutus que también, siempre los acompañan. |