La  elección concurrente, que sería la “madre de todas las batallas”   entra en su fase final, y donde  lo que se disputa, competidamente,  es en todo caso el  Congreso federal.  A menos de 10 días de la elección, al parecer el Ejecutivo está decidido, y seis de las nueve gubernaturas serán para MORENA. El jaleo es por  más de 3400  puestos de elección popular, pero al cierre del proceso electoral, los candidatos de varios partidos están siendo atraídos por la fuerza y convocatoria de Andrés Manuel López Obrador, que está llamando a sus militantes y simpatizantes para que el voto sea unánime  hacia  sus candidatos, esto es, hacia los tres partidos que integran la coalición, “Juntos Haremos Historia”. Que los ciudadanos sufraguen  por los candidatos  a diputados locales, alcaldes, diputados federales, senadores y gobernadores, pensando principalmente en tener mayoría  en el Congreso Federal.  

 La estrategia de los promotores de las candidaturas independientes era  restarle votos al tabasqueño, pero el resultando ha sido contraproducente, porque tanto estos candidatos, como otros que participan en las alianzas del PAN y PRI, están proponiendo a sus grupos realizar el voto útil o cruzado a favor de  AMLO. 

Ante un escenario muy adverso, es casi  inminente la debacle del PRI,  por lo que   candidatos como Eduardo  Almaguer, ex Procurador de Jalisco y actual candidato a la alcaldía de Guadalajara, está llamado a salvar lo poco que quedaría,  votando por MORENA en la presidencial, pero “hacia abajo por el PRI”.  Realizar el voto cruzado en la boleta electoral, aunque sea en contra del candidato del PRI José Antonio Meade,  ante el apremio por  la “sobrevivencia del partido”. El partido único, hegemónico, que  gobernó por años  México,   pasará a la historia como como el más rechazado. El techo porcentual de 28 puntos que había calculado Peña Nieto en una reunión en los Pinos,  la realidad lo ha trastocando. Los cálculos de los estadísticos serios,  le otorgan cuando mucho   el 20% del total de la votación, toda vez que casi todas las encuestas ubican a Meade, abajo del 15% en las preferencias electorales. Ante esta hecatombe, es que los operadores y candidatos  del PRI, sugieren que el voto sea cruzado, para que la  conformación del siguiente  Congreso sea equilibrada, y el Ejecutivo no  succione al  Legislativo, y no revierta las reformas estructurales peñanietistas.  

La circunstancia política de  la  contienda, con López Obrador rompiendo las mediciones de un candidato tradicional, ha provocado  que candidatos, líderes, y estructuras completas de otros partidos y organizaciones,  estén  migrando a MORENA. En Tabasco el candidato del Partido Verde  Oscar Cantón Zetina, como también el aspirante por el mismo partido a la alcaldía de Centro (Villahermosa) Ady García López,  se pronunciaron ante sus seguidores votar por “su paisano” Andrés  Manuel. Lo mismo ocurrió a Francisco Antonio Filigrana Castro, candidato a la alcaldía de Jonuta por la coalición “Tabasco al Frente”  (PAN-PRD-MC). Alegó que su voto no sería por Ricardo Anaya, porque “estaría pensando” hacerlo por AMLO. El dirigente estatal del PAN, Francisco  Castillo Ramírez lamentó que integrantes del PRD y MC, estuvieran   instando a sus candidatos y  militancia a emitir el voto útil  por el candidato presidencial de MORENA.  En Tabasco el fenómeno López Obrador tiene más del 75% de la intención del voto, de donde todos los aspirantes al cargo de elección popular morenistas, serán envueltos  por la fuerza “pejejista”.

Del voto cruzado  que están llamando líderes y candidatos  del PRI, del PAN, e independientes, indica que algo quieren rescatar ante la inseguridad y desprestigio sembrados. Votar por  AMLO para  mantener espacios que les permita  subsistir, es una opción desesperada, por  la orfandad  social de ambos partidos y sus cómplices   aliados.   Los mexicanos le reducirán votos  al PRI de manera drástica, y le arrebatarán  privilegios que   por años ha usufructuando. Hoy registra una  imparable caída libre, pero  de manera contradictoria le pide  votos a su enterrador. Quiere le suministre oxígeno a un  reducido grupo que ha expoliado durante años a millones de mexicanos. 

AMLO  ha respondido, voto parejo para todos los candidatos de MORENA, y la solicitud del voto útil  a los ciudadanos,   militantes y simpatizantes de otros partidos, de todos los mexicanos, que tienen la esperanza de que con su voto las cosas  mejoren radicalmente. El proyecto que liderea  tiene asegurados, por lo menos, muy conservadoramente 25 millones de votos. Pero se espera que  el voto útil, masivo  (como lo prevén las   encuestadoras serias), rebasen  los 30 millones,  lo que equivaldría a cortar de tajo con más de treinta años de gobiernos y políticas neoliberales, antinacionales, regresivas, entreguistas.