Y abajo del meme se puede leer un comentario:
"Así quedaría Veracruz si los candidatos cumplieran todas sus promesas".
La verdad es que la mercadotecnia electoral lleva a verdaderas exageraciones y hace que los aspirantes a presidentes municipales y a diputados -locales y federales- avienten sin piedad sus banales promesas sobre la humanidad y la esperanza de los ciudadanos; promesas que son verdaderamente incumplibles, irrealizables, etéreas.
Más que proyectos de gobierno viables o posibles gestiones de obras útiles, la cauda de aspirantes dirige su discurso hacia mensajes que apelan a la emoción y no al intelecto, a la urgencia y no a la necesidad. Piensan en ganar voluntades, simpatías, anexiones.
¡Y prometen lo que sea!
Van a terminar con la inseguridad, lograrán que haya empleos para todos y bien pagados, se construirán todas las vialidades necesarias; habrá escuelas bien mantenidas, gimnasios a destajo.
Ah, y becas, muchas becas, muchísimas becas, que es lo que está de moda.
Los candidatos, del color y de donde sean, ofrecen todo aquello y mucho más: ya no habrá mujeres violadas, ni desapariciones de personas, ni robos violentos; el transporte público será más barato, seguro y limpio; los taxistas, más educados; los mordelones se pondrán el bozal de la honestidad y ya no nos lo dejarán a nuestro criterio, sino al de la ley.
Va a bajar el predial, también el agua potable. ¡Y la gasolina! ¡Y el gas! Mejorará el servicio de limpia pública, todas las lámparas funcionarán. N habrá tandeos ni tiraderos. Todo será ecológico.
¡Ya no habrá hoyos en las calles!
Los funcionarios atenderán con amabilidad y rapidez a los ciudadanos.
¿Algo más que se les ocurra? No se preocupen, seguro ya lo prometió alguno de los 1,500 candidatos a presidente municipal.
Y los diputados prometen que van a regresar constantemente a su distrito, que van a conseguir las obras que modernizarán la comunidad.
La cosa es "vender" ilusiones a cambio de un voto.
El problema es que ya no les creen.
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