Uriel Flores Aguayo es xalapeño, nacido en el barrio de San José en 1959, con estudios normalistas egresado de la Escuela Normal Veracruzana "Enrique C. Rébsamen" y de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana; luchador social desde hace más de cuatro décadas; articulista en medios de comunicación; autor de un par de libros (“Una mirada sobre Xalapa" y "Los políticos, la política y la gente”); e incluso en una ocasión diputado federal del 2012 al 2015 por el PRD y dos veces diputado local en Veracruz en los periodos 1997-2000 y 2004-2007, por el mismo partido. 

Con todo ese palmarés se esperaba mucho más de él en esta Elección 2021 Xalapa, en la cual compite buscando la alcaldía abanderado por el partido político estatal “PODEMOS”, pero no creció en su campaña.  

Tal vez pensó que todo iba a ser igual que la última vez que ganó una elección, cuando se le recuerda más por hacer gran parte de su campaña dando mensajes sentado en cafés políticos de Xalapa… o tal vez llegó demasiado cansado y sin el apoyo suficiente, el caso es que no brilló, jamás figuró en este 2021. 

Faltando menos de una semana para la elección 2021 -la más grande de la historia del país hasta el momento- Uriel Flores Aguayo ha tirado la toalla al piso y, en esencia, ha renunciado a cualquier intento de ganar la alcaldía de Xalapa. 

En una reciente entrevista radiofónica, quien esto escribe le preguntó, ya para cerrar la misma, cuál era el mensaje que le enviaba a los electores xalapeños. Su respuesta no pudo ser más derrotista: 

- “Yo les pido que voten, que voten por el que quieran pero que voten”. 

A estas alturas ya ni siquiera pidió el voto para sí, vaya, ni siquiera pidió el voto útil… y así, con esta actuación tan magra, recibe los santos óleos de su carrera política. 

Tan solo este domingo, mientras el del partido MORENA Ricardo Ahued se embarraba los zapatos de lodo en la Colonia Casa Blanca y acompañaba a Rafael Hernández Villalpando a su cierre de campaña; mientras David Velasco Chedraui se asoleaba en Plaza Lerdo junto con los otros candidatos de la coalición PRI-PAN-PRD; mientras Cinthya Lobato de Unidad Ciudadana mantenía reuniones empresariales; mientras José Alberto Pérez Fuentes “El Chocolate” del PES recorría las colonias pidiendo el voto; mientras Itzel Jurado de Redes Sociales Progresistas se reunía con asociaciones civiles de Xalapa; mientras todos caminaban y sudaban la gota gorda a punto de cerrar campañas… Uriel Flores Aguayo, en la más completa soledad, llegaba a disfrutar de sus sagrados alimentos a una plaza comercial del Sur de Xalapa. 

Nadie lo reconoció. Nadie se acercó a saludarlo. Nadie notó que entre los comensales se encontraba alguien que quería ser su alcalde. Se sentó en una mesa del rincón en un restaurante de pizzas y comió. 

¿Qué pasó con el combativo Uriel? Sólo él lo sabe. Pero hace seis años cuando cerró su oficina de San Lázaro por última vez, seguro no se imaginó este panorama. Hace 24 años, cuando llegó por primera vez al Congreso Local, no creo que hubiera imaginado estar en una campaña, a días de cerrar actividades, disfrutando una tarde de domingo y pidiendo el voto… por el que sea, ¡Total! ¡Qué más da!  

@AtticussLicona