EN LO que se constituyó como las elecciones más grandes y más importantes del país, para el Instituto Nacional Electoral, se daba, propiamente, como un nuevo reto a vencer por todo aquello que significaba la organización de todo el proceso y la jornada electoral final, como conclusión de todo el procedimiento que caminara, cierto, entre espinas y difíciles momentos de angustia por las presiones derivadas desde el púlpito presidencial.

Su proceder, ahora lo entienden bien los millones de mexicanos, fue siempre apegado a la ley, pero amenazado constantemente por quienes tienen el poder para aplicarle la fuerza de las pinzas que día con día se cerraban, sin que llegaran a córtale un mínimo de su presencia nacional y de la confianza que el mismo pueblo le ha tenido y le tuvo a este organismo que supo manejar las cosas con toda sabiduría y sin tomar en cuenta ninguna coerción ejercida desde la misma fuente del poder nacional.

Con reconocimiento nacional e internacional, el Instituto Nacional Electoral, es el organismo de más confianza entre el pueblo mexicano, como el baluarte de la democracia en nuestro país. Quienes le amenazaron con desaparecerlo, no tomaron en cuenta, que esta institución no es de su propiedad, y menos que se encuentre al servicio de ellos mismos. El INE, es autónomo y lo demostró plenamente, enfrentando la fuerza poderosa del mismo Poder Ejecutivo Nacional, quien llegó a enfrentarse con sus propios consejeros, fuera del marco legal que debía observar el mismo mandatario nacional.

El INE, se sostuvo como una institución creada para dar plena garantía a los procesos electorales y cumplió al pie de la letra, realizando un proceso electoral impecable pocas veces observado en otros países del mundo, con lo que tapó, de plano, la boca a todos aquellos detractores que sintieron que el poder que tienen era suficiente para minimizar sus acciones y ponerlo de rodillas ante ellos.

No fue así y el Instituto Nacional Electoral, salió ileso, fortalecido, respaldado mayoritariamente por todos los mexicanos, por lo que difícilmente podrán desaparecerlo, porque de hacerlo, sería el más duro golpe a la democracia mexicana, que en cierto modo, es lo que quiere el nuevo sistema político que se pretende imponer.

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EL “CHOCOLATE”, UNA SORPRESA POLÍTICA.

JOSÉ ALBERTO PÉREZ FUENTES, el famoso “Chocolate”, resultó ser un buen candidato a la Presidencia Municipal de Xalapa. Nadie pensó, ni siquiera sus propios contendientes, que llegaría a situarse en un lugar destacado en esta contienda electoral. Sus programas y propuestas pegaron mucho entre los electores jalapeños, quienes se sorprendieron, definitivamente, por la forma de exponerlos y de aportar sus soluciones.

Conocido ampliamente en los barrios de Xalapa, logró en un mes de andar por las colonias y los sectores más pobres y desprotegidos de la ciudad, una buena aceptación, por lo que no se deberá perder de vista, porque en los futuros procesos electorales, seguramente que ahí estará, buscando, como siempre, ser parte importante en la búsqueda de un buen gobierno para esta capital veracruzana, a la que quiere mucho por haber nacido en ella y observar cotidianamente sus necesidades.

José Alberto Pérez Fuentes, es un hombre sencillo, formado más que nada, con el esfuerzo diario, con el caminar permanente por sus barrios, y con frecuente contacto con su gente, la de abajo, la que siempre ha tenido que luchar para salir adelante.

Pérez Fuentes, quiérase o no, también hizo historia en este proceso electoral y será, por lo tanto, un punto importante de referencia en futuros procesos electorales en Xalapa.

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LA OPOSICIÓN, A REFLEXIONAR.

HABRÁ TIEMPO PARA ECHARLE una pensada a todo lo que acaba de pasar. Los partidos políticos que se unieron para un solo propósito, buscar el equilibrio legislativo, parece que alcanzaron, apenitas, parte de lo que se propusieron. No lograron completamente el objetivo, pero salvaron, de momento, el definitivo desastre nacional.

Con la nueva composición del congreso federal, habrá un prudente desempeño del partido político en el poder y se detendrán propuestas fuera del contexto constitucional, lo que ya es, para los opositores, un importante avance dentro del marco legislativo federal.

Sin embargo, esto no es todo, porque tendrán que evitar, cuando menos para el grupo legislativo opositor, caer en la tentación de sumarse a las propuestas del partido político en el poder y perder, de esa manera, la cohesión que hasta ahora han logrado con la coalición política.

Ya se verá, por ahora, cuales serán las estrategias políticas a seguir por parte del gobierno en turno, aparentemente, absoluto, autocrático y dictador.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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