A diferencia de las seis ocasiones anteriores, esta vez la inscripción de los aspirantes ante la Junta de Gobierno (JG) prácticamente no ha tenido eco en los medios, debido a que con antelación los aspiracionistas ya habían estado balbuceando sus propuestas; es más, bien sabemos que el doctor Jorge Manzo lleva cuatro años de campaña, por lo que, si no resulta designado Rector, habrá acumulado suficiente experiencia como para lanzarse a regidor, por ejemplo, o a solicitar el título de "Rector Honoris Causa", que ya tienen otros eternos aspirantes.

     El jueves 15, la JG presentará públicamente, en una plataforma digital, los documentos y perfiles de las y los aspirantes registrados(as) y el lunes 19, al iniciar las vacaciones universitarias, se añadirá a la plataforma una entrevista con cada uno(a) previamente grabada. De modo que en este momento no se sabe a ciencia cierta quiénes son aspirantes y quiénes no, pero lo más probable es que quienes se hayan registrado adquieran tal categoría. No obstante, podemos ir adelantando criterios que posiblemente aplique la JG para decidir quiénes pasarán a candidatos(as) y quiénes no, lo que habrá de anunciar el 23 de agosto, después de la auscultación.

     Hay una corriente de opinión que se ha manifestado más o menos profusamente en los medios que exige no pase a candidato Jorge Roberto Ruiz Saldaña. Le señalan que es casi externo a la UV y hablan de "un papel cuestionable como consejero en el INE". Pero en lo que más se insiste es en que es el delfín de altos funcionarios federales y estatales y por tanto sería falsa la carta que debió entregar al registrarse, declarando que es persona independiente y libre de intereses económicos y políticos, como reza la convocatoria de la JG.

     ¿Algo similar puede aplicarse a Darío Fabián, acusado por su parte de ser impulsado por el Góber Cuitla?

     Martín Aguilar es un caso similar pero no igual, pues él representa los intereses de la 4T por convicción, casi que por fe, lo que representa un peligro claro para la autonomía universitaria.

     Los doctores Jorge Manzo y José Luis Cuevas y la doctora Ojeda fueron coautores del proyecto abortado de nueva Ley Orgánica, en el que, en pocas palabras, se pretende disminuir las facultades de la JG y arrebatarle la Contraloría para entregarla al Rector en turno (bueno, dizque al Consejo Universitario General, que bien sabemos hasta la fecha, con altas y con bajas, pero es controlado desde la Rectoría).

     Y por último, quien menos puede ser es Salvador Tapia Spinoso. No porque carezca de un doctorado, o porque sea pariente de dinosaurios de la política veracruzana, sino porque a toda costa justificaría lo injustificable en el manejo financiero de la presente administración, pues es el actual Secretario de Finanzas de la UV.

     Cada vez más los universitarios se preguntan para qué tantas obras suntuosas e innecesarias, ornato puro, que se ejecutaron durante la pandemia mientras se dejaron sin atender las necesidades urgentes de la comunidad universitaria, como la conectividad a Internet o el financiamiento de acciones para facilitar trabajos de laboratorio o de campo que eran sumamente difíciles en la pandemia, y en cambio por el capricho o el negocio de alguien se forraron los muros universitarios de azulejo.

     A ver qué piensa la JG.

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