Desde el lecho, ha seguido pendiente de las labores cotidianas del primer Ayuntamiento de América.
La juventud, la fortalecida salud y los debidos cuidados médicos han trabajado para que el edil no haya caído postrado por la difícil enfermedad.
Entre analgésicos, antihistamínicos y los efectos bondadosos de la vacuna, nuestro enfermo encontró los aliados para irle ganando al SARS-Cov-2.
Según lo que se sabe del desarrollo de la Covid-19, Yunes Márquez ha sobrepasado la etapa crítica de los cinco primeros días, y logró superar con comedimiento las altas temperaturas que padeció en un inicio.
Ahora, se enfila a dejar que transcurran las primeras dos semanas, sin dejarse abatir y menos vencer.
Y lo más importante es que en plena crisis de su salud el presidente municipal no permitió que las funciones de la comuna se suspendieran o bajaran de ritmo. Con mano firme mantuvo en el nivel de calidad acostumbrado las actividades del ayuntamiento porteño.
De esa manera, en Veracruz ha persistido la enjundia por el trabajo, la alegría de ser productivos y la conciencia de que el mayor valor de este pueblo es su gente honesta y trabajadora.
Entre los vapores de la fiebre y las molestias corporales, Yunes Márquez siguió vigilando el comportamiento de sus colaboradores, lo que es muy relevante en este momento de Veracruz.
Otra cosa también, es que las comisiones de entrega-recepción del alcalde en funciones y la alcaldesa electa han seguido trabajando a todo vapor para garantizar una sucesión tersa y la continuidad de las obras y proyectos.
Los seguidores de Fernando Yunes, que no son pocos, esperan confiados su pronto restablecimiento, para que él continúe con sus planes personales dentro de la vida pública, que para nada terminarán el 31 de diciembre.
Pero ésa será otra historia...
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