También a muchos les resultó increíble que el candidato de la coalición Va por Veracruz, Renato Alarcón Guevara, hubiera tenido tan pocos sufragios a su favor, después de que hizo una intensa campaña a ras de suelo, y llegó con propuestas inteligentes que convencían a la gente. No es exagerado afirmar que logró desatar el entusiasmo de los vecinos de muchas comunidades. Pero algo aro pasó el día de la elección.
Los muchos del uno y los pocos del otro dan pie a pensar que algo no estuvo derecho, pues los números finales no coinciden con la opinión manifestada por los zapatenses, muchos de ellos morenistas desilusionados de su autoridad municipal y enojados por el candidato que ésta les impuso.
La ley sigue su curso, y en ella mantienen su confianza los dirigentes de la coalición PAN-PRI-PRD que postuló a Renato Alarcón, un joven político con buena imagen y trayectoria, alumno de excelencia en el área de las ciencias políticas y que fue un cumplido presidente estatal priista.
La moneda sigue en el aire y en el municipio aledaño a Xalapa sigue la expectación por lo que dictamine el Tribunal Regional, cuyos magistrados mantienen un alto prestigio en el desempeño de su profesión.
Mientras tanto, en Emiliano Zapata temen que las presiones se impongan y quedé ratificado el delfín de Mier, quien a decir de muchos vecinos seguiría con una administración ineficiente y corrupta, como aseguran que ha sido la actual.
Los días pasan y llegará el del desenlace de esta novela electoral. Y entonces veremos quiénes lloran y quiénes harán fiesta.
Por el bien del municipio, ojalá que ganen los que se lo merecen, y que pierdan los buenos... para nada.
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