EMILIO Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos, durante el sexenio del ex Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se ha convertido en el principal actor del espectáculo de la justicia en México, luego de que fuera acusado por diversos delitos, entre ellos lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa, pero nunca puesto en verdadera consideración para un juicio justo, donde se le pudieran probar los actos fuera de la ley a que se ha hecho referencia, sino simplemente ha sido utilizado como emblema de la corrupción, la cual, supuestamente, combate el sistema político que actualmente gobierna el país.

Después de un año y tres meses de haber sido extraditado e ingresado al país en calidad de detenido, Lozoya Austin, no fue puesto directamente ante un juez que lo vinculara a proceso, con cárcel preventiva, sino que fue parte de un arreglo con la Fiscalía General de la República, con la finalidad de que pudiera, antes que otra cosa, declarar en contra de otros funcionarios de la pasada administración, destacando, desde luego, al propio ex Presidente Enrique Peña Nieto.

Desde ese momento, las mismas autoridades federales, a quienes corresponde enjuiciar al ex Director de Pemex, quedaron mal ante el pueblo mexicano, el cual creyó que este funcionario del régimen pasado, pisaría la cárcel de inmediato y quedaría sujeto y a disposición del juez que lo reclamaba, con pruebas suficientes para ser juzgado y sentenciado, independientemente de la reparación del daño causado a la nación, principalmente, por haber recibido cuantiosas cantidades de una empresa para que le fueran asignados los contratos de obra de la paraestatal Petróleos Mexicanos, y donde, principalmente, se pudiera probar que tales actos fueran constitutivos de un daño irreparable a los bienes y recursos de la nación.

Como el asunto se tornó político, Lozoya Austin, no cumplió con los acuerdos en su calidad de testigo protegido, cansando, propiamente, a la Fiscalía General de la República, quien, finalmente, pidió a un juez que cambiara las condiciones existentes y lo sujetara, ahora sí, a una prisión preventiva por el tiempo necesario, a fin de proceder en su contra y buscar una sentencia condenatoria, lo que ahora se espera sea una realidad, aunque existe la posibilidad de que nunca se llegue a un final de esta naturaleza, toda vez, que al parecer, no existen las pruebas contundentes que lo puedan mantener en prisión por varios años.

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MARLON, PRINCIPAL EJE DEL PRI, EN EL CONGRESO.

CON LA COORDINACIÓN de la bancada, o no, Marlon Ramírez Marín, se convertirá en el principal eje priista dentro del congreso local, principalmente, para las negociaciones políticas que se tengan que hacer. Es el político más representativo del tricolor en estos momentos, luego de que la mayoría de los militantes, lo han dejado solo en el difícil quehacer de respaldar y fortalecer las acciones del partido ante las circunstancias que se han ido presentando. Va acompañado de Anilú Ingram Vallines, quien llega precedida de una gran experiencia en el manejo legislativo, pero que, definitivamente, la carga más pesada la tendrá que soportar precisamente el aún dirigente estatal de esta organización política.

Comienza, pues, a partir de esta fecha, un intenso trabajo más para quien tiene la responsabilidad de conducir al PRI, en estos tiempos difíciles de la política en México, y particularmente en el Estado. Nadie, que se sepa, se ha acercado con la firme intención de apoyarlo y lo han dejado que con su propio esfuerzo logre lo que otros no alcanzaron cuando el partido gozaba de mayor popularidad.

Al convertirse en Diputado local, Marlon, ha sido presionado para que deje la dirigencia priista, sin reconocerle su capacidad que ha puesto al servicio del partido, manteniéndolo vivo, activo y perseverante en la búsqueda del sitio político que le corresponde.

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SERGIO GUTIÉRREZ LUNA, LA CUÑA QUE APRIETA.

EL MENSAJE YA FUE ENVIADO desde Palacio Nacional. Quien decidirá será el Presidente, por cuanto corresponde a la candidatura de Morena, para la gubernatura de Veracruz.

El mismo mandatario, ha concedido el permiso al Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de diputados federal, para que venga a Veracruz, y despliegue su actividad política con la finalidad de entrar en la disputa por la candidatura. Lo que quiere el Presidente, es contar con varios elementos para poder decidir sobre este caso. Él mismo evaluará, no hay la menor duda, al aspirante mejor posicionado y con plena garantía de triunfo electoral.

Por eso, Gutiérrez Luna, se ha convertido en la cuña que apriete, de aquí en adelante, cualquier situación relacionada con la aspiración política, ya sea de Nahle, o de cualquier otro militante que se ponga en plan de alcanzar esta distinción del partido político Morena, aunque mucho ya se ha dicho que la Secretaria de Energía, no cuenta con los elementos necesarios que cumplan el requisito de convertirse en candidata, no tanto por el impedimento constitucional, sino porque nadie la conoce en el Estado.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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