De ahí a la fecha, el PAN local ha pasado las de Caín, llegando incluso a pleitos personales, de grupo y de familias. Ni siquiera los más recientes dirigentes nacionales azules han podido conciliar los intereses en pugna.
Es más, dirigentes nacionales como el actual Marko Cortés, en lugar de apaciguar y conciliar el tema, le han echado más leña al fuego, pues por un lado en la capital encumbró al Senador Julen Rementería dándole la Coordinación de los senadores del PAN, mientras que en Veracruz maniobró para quitar del camino al grupo político aliado con los Rementería y entregándole el CDE a los Yunes.
Sin embargo, ni el senador Julen Rementería ni su familia están dispuestos a perder la dirigencia estatal, pues saben que de hacerlo prácticamente están perdiendo la candidatura al Gobierno del Estado que se disputará en el 2024. Y por lo que se ve y se ha dicho y escrito, el grupo político de Julen Rementería cuenta con elementos suficientes como para arrebatar en tribunales electorales de lo que según se queja el ‘Chapito’ Joaquín Guzmán Avilés, les arrebataron en el CEN del PAN a la mala.
El hecho es que el equipo político de Guzmán Avilés-Julen Rementería, no se quedó con los brazos cruzados y al impugnar la pasada elección interna que le dio el triunfo al emergente Federico Salomón, impugnaron la elección… y es la fecha que la planilla presuntamente ganadora no puede tomar posesión del cargo ni rendir protesta legalmente hasta que se resuelva a nivel federal la impugnación presentada en tiempo y forma.
Resulta que de las seis impugnaciones que se presentaron por actos violatorios que cometió Marko Cortés, dirigente Nacional del PAN, en la pasada elección interna de ese partido político en Veracruz, la Comisión de Justicia partidaria resolvió positivo en cuatro.
Y ya en tribunales, en lo estatal, el Tribunal Electoral de Veracruz devolvió la impugnación de Joaquín Guzmán Avilés a la Comisión de Justicia Partidaria del CEN del PAN para que ésta fundamente cada uno de los agravios reclamados.
Es decir, al menos mientras ello ocurra, Federico Salomón y los Yunes del Estero no podrán ejercer funciones en la presidencia del CDE, que por cierto ya querían hacer este día y por lo que se ve, el champagne y los cohetes deberán esperar una mejor ocasión.
Y es aquí donde empieza el cuento de nunca acabar, pues es lógico que la Comisión de Justicia del CEN valide de nuevo la sustitución de última hora que se hizo de Federico Salomón por Tito Delfín como candidato a la presidencia del CDE.
Así que cuando eso pase entonces vendrá una impugnación más, pero ya en un juicio diferente en el que podría demostrarse el incumplimiento de la Convocatoria y dé como resultado la anulación de la elección.
Y, como hasta aquí el tema se encuentra en el umbral de los ‘podría’, la balanza ‘podría’ inclinarse hacia uno u otro bando, dando tiempo y lugar para que los grupos diametralmente opuestos del ‘Chapito’-Julen Rementería contra los ‘Yunes del Estero’ se sigan desangrando y haciendo mucho más enconada la lucha interna por el poder local.
Así, entre más tiempo transcurra en la definición legal de la elección, más y más piedritas le seguirán entrando a los zapatos de uno y otro bando ya que a como van las cosas, este pleito tiene un largo camino que llegará hasta las últimas instancias del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Es decir, la toma de protesta del presunto nuevo CDE del PAN en Veracruz, podría tardar aún mucho tiempo; así como la posibilidad de que en las próximas elecciones del 2024 el PAN se encuentre mucho más fracturado de lo que está.
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