Nos ayuda a entender Borges, el escritor argentino, que una persona refleja la luz o la oscuridad de quienes tiene cerca. En “El acercamiento a Almotásim”, cuento incluido en el volumen de Ficciones, un joven musulmán que huye se sienta a comer con seres despreciables, sin embargo, en alguno de esos seres percibe un poco de luz, un poco de sabiduría que ese ser despreciable no podría emitir por sí solo; esa luz breve es el reflejo de otra luz, que a su vez es reflejo de otra. Entonces el joven se dispone a encontrar la fuente de esa luz, un ser llamado Almotásim. Cuando Jorge Chávez trabajaba con Ricardo Ahued, el joven reflejaba la luz del entonces diputado, antes alcalde de Xalapa en una primera ocasión. Era amable, cordial, bienintencionado. Pero el joven recibió la invitación de Éric Cisneros para trabajar como su secretario particular. En los primeros meses todavía reflejaba un poco de la luz que Ahued le prestara, pero conforme pasaron los meses a Jorge Chávez ya lo describían en el sur de Veracruz “como un super-poderoso, a la sombra del poder de la Cuarta Transformación”. La periodista Claudia Guerrero revela que Éric Cisneros Burgos ya creo su propia comercializadora para que los alcaldes que se afiliaron a Morena le compren a esa comercializadora “desde un clip, hasta un camión de basura, camionetas para el Ayuntamiento y la Policía Municipal”. Señala la periodista que ya son muchos alcaldes, por ejemplo, el de Coatepec, que se están quejando de que el enviado de Cisneros Burgos mediante amenazas, está “obligando a los presidentes municipales a que compren en su comercializadora, desde hojas de papel, toners, camionetas con batea, coches utilitarios, camiones para la recolección de basura, mobiliario, uniformes y un sinfín de productos en una sola empresa, propiedad del llamado Bola 8”. ¿Quién es ese enviado? Pues el mismo que algunos medios del sur describían de esta manera: “Chávez, para sus amigos, es un político, que se impone en alcaldías en funciones, con los novatos electos y en tesorerías en funciones. Pero es un personaje con poder relativo. Su poder es para abajo. Nunca para arriba”. Al parecer Jorge Chávez ya se pasó al lado oscuro y se siente muy cómodo ahí.
López Obrador, clases de periodismo: El periodismo es lo que yo digo que es. Si está con nuestro movimiento es bueno sino es malo
Sigue sangrando por la herida el presidente López Obrador. Dolido por el reportaje donde se desnuda la corrupción y el influyentismo de su hijo José Ramón López Beltrán, se ha ido contra periodistas y medios de comunicación. Al ver que sus dichos no afectan la reputación de los defenestrados, ahora el presidente se pone a dar clases de periodismo desde el punto de vista de la Cuarta Transformación. El periodismo, desde su definición más clara, es un bien social que está al servicio de los ciudadanos, no al servicio del poder. Sin embargo, el presidente López Obrador dice que el periodismo debe de estar a favor de su movimiento: “Nada de que somos objetivos. Habría que preguntar si hay objetividad en el periodismo. ¿Por qué no tomar una decisión? Eso no significa convertirse en aplaudidor del que está en el gobierno, pero no engañar”. La decisión que el presidente quiere que medios y periodistas tomen es si están del lado de su movimiento o en contra. Después de eso el presidente volvió a la carga: “Ahora que se generó esta polémica porque ejercí mi derecho de réplica, señalando que Carmen Aristegui mantiene con sutileza la misma máxima del hampa del periodismo, de que la calumnia cuando no mancha, tizna y que en su reportaje de mi hijo (José Ramón López Beltrán), llegó a decir que era el equivalente de la Casa Blanca y ya tiene tiempo que tiene esa actitud porque simularon por años”. El presidente se desangra, no quiere que le curen la herida, la quiere abierta, para que sus seguidores se den cuenta de su suplicio, sufrir por la calumnia de los que le acusan de corrupto y deshonesto. ¡Todo un mártir el presidente López Obrador!
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