Alvaro Obregón
-¿ Qué piensan del asesinato de Camarillo ?
-No sé que pudo pasar… Y la verdad está cabrón hablar de ese asunto. Veo como que no quieren que opine.
-Estarás de acuerdo en que está raro que Jorge Leal fuera el primero en saber que lo habían matado… ¿ quién le avisó ?
-Cómo te explicas que fue él mismo quien salió directo al lugar donde estaba muerto el comandante ?
…ya casi era el medio día cuando el grupo de Jorge Leal tuvo a la vista una choza de madera construida en un claro, al lado de unos árboles de mango que le cubrían para no ser vista de lejos. Los cuatro agentes se aproximaron sin mucha precaución y al estar a unos cuarenta metros, aparecieron del interior los tres matones.
-¡Pensamos que no vendrían! – les saludó uno de ellos –
-Vamos adentro… les invitaron
¿ Qué noticias nos traen ? Desde ese día nos refugiamos aquí, como lo acordamos, y no saber nada pues nos pone nerviosos.
Palabras más, palabras menos…
A una señal del subjefe, Fentanes accionó la subametralladora UZI contra uno de ellos, que cayó fulminado por la ráfaga de tiros. Los otros agentes dispararon sus escopetas y Jorge Leal, por igual, disparó.
Una traición de subordinados a su jefe Camarillo, tras otra traición de éstos a los matones. Libro del amigo y paisano Mario Victoria, ejemplo claro y constante de las infamias y traiciones en los cuerpos policiales, como en el clero ante la disputa de iglesias que reditúan más económicamente hablando, no tanto por la predicación del evangelio y, como la historia política de México lo reseña, sobre todo apenas despedido Porfirio Díaz en Veracruz, para su destierro con destino a Francia.
En los diarios estadunidenses de esa época de 1907, se publicaba la grave crisis económica de México, pero también los recién descubiertos yacimientos de petróleo que traían como consecuencia conflictos diplomáticos ante la avaricia de los EEUU, y en 1908 don Porfirio Díaz concedió una entrevista a James Creelman asegurando que no volvería a reelegirse y nuevamente lo hizo… y en 1910 se organizaba el proceso de elección con los candidatos Bernardo Reyes, Benito Juárez Maza y Francisco I. Madero, el más peligroso por lo que fue encarcelado y desde entonces inició el estallido de traiciones… escapó a San Luis, después a Texas y promulgó el Plan de San Luis Potosí para convocar a las armas el 20 de noviembre de 1910…
La lucha pacífica por el poder no finalizó con el derrocamiento de Porfirio Díaz y fue Francisco I. Madero quien sufrió la peor de las traiciones con los líderes que lo apoyaban, Pascual Orozco, Francisco Villa y Emiliano Zapata… y así fue como el 21 de mayo de 1911 Porfirio Diaz renunció lo mismo que su vicepresidente Ramón Corral, apareciendo junto a él el más vil y ruin de los traidores, mismo que lo trasladó a San Lázaro para abordar el ferrocarril con la familia de don Porfirio y ocho baúles, y un día después el 26 de mayo de 1911 llegó al puerto de Veracruz, nos referimos a quien lo escoltó, el general Victoriano Huerta y el coronel Joaquín Chicharo.
La traición tras la traición, a Madero que no se desempeñó como se esperaba, quizás por su origen hacendado creando los créditos agrícolas y su inclinación por la propiedad privada y la gente campesina de Emiliano Zapata no estuvieron de acuerdo, grave error del presidente designar al frente del ejército a Victoriano Huerta, iniciando con la traición a Pascual Orozco, Bernardo Reyes, para después Huerta y Félix Díaz, sobrino de don Porfirio y el embajador de EEUU Henry Lane Wilson, asesinar a Madero y Pino Suárez, el 22 de febrero de 1913. Huerta toma el poder ante el descontento del recién nombrado presidente norteamericano, Woodrow Wilson, defensor de la democracia y Huerta había llegado a través de un golpe de estado.
Con traiciones se restauró la legalidad, curiosamente, desconociendo a Victoriano Huerta como presidente con el Plan de Guadalupe en 1913 y hasta 1914, cuando Carranza se convierte en líder del movimiento constitucionalista e inicia su gobierno y en 1917 se redacta la nueva Constitución…
Tema interesante de nuestra historia, traiciones, infamias… en la política, decía Maquiavelo, es la traición el único acto de los hombres que no se justifica, agregando que los celos, la avidez, la crueldad, la envidia, el despotismo son explicables y hasta pueden ser perdonados, según excusarlos…
Pues que se vayan al excusado…
¡¡ A la mierda… !!
Aunque estemos en Semana Santa. |