“En una provincia tan hermosa como la que nos rodea, no hay tiempo para aburrirse”: Alfonso Mora Chama
Hemos leído y analizado los cuentos, novelas y hechos cercanos y vertidos por los vecinos de unas cuantas “Casas Quemadas”, impresionantes todas, la comunidad de Cosautlán, una; otra Casa Quemada que hemos visitado en la ciudad de Los Treinta Caballeros, un parquecito con la placa conmemorativa y el monumento a los héroes de esa batalla entre insurgentes y realistas defendiendo la villa de Córdoba y amigos cordobeses comentaban al entonces candidato al gobierno de Veracruz, Miguel Alemán Velasco, mientras desayunábamos con él y colegas que cubrimos su exitosa campaña, precisamente en el Hotel Boutique Casa Zevallos, lugar en donde en el siglo XVIII se celebraron los Tratados de Córdoba, que un coronel realista al mando del batallón, un 21 de mayo prendió fuego en este lugar de combate, como sucedió en Xico cuando en la revolución mexicana y en una histórica batalla del 13 de octubre de 1915, los valientes y confiados constitucionalistas, abandonaron sus armas por un momento, y uno de los zapatistas prisionero aprovechando este descuido, tomó una de las armas y asesinó al coronel Manuel F. López, éstos como venganza y teniendo más zapatistas heridos en la ahora esquina de Miguel Hidalgo y Guadalupe Victoria, prendieron fuego a la casa que en aquellos años de la revolución mexicana, lucía su arte barroco…
-¿Mira usted La casa quemada? -me dijo un labrador.
-Sí -le contesté-. Serán fantasías, pero, cuanto más la contemplo, más imagino que esta casa ha de tener leyenda.
-No es leyenda. Es historia.
Eran los macizos del jardín canastillas de flores. Como plata brillaban, el soporte que ascendía desde el aljibe, la cadena de anchos eslabones y el cubo a los eslabones sujeto, los azulejos del brocal, despedían reflejos metálicos al choque de la luz. La casita, enjalbegada con esmero, parecía un cubo gigantesco de sal. Sobre su blancura se abrían una ventana y una puerta de color verde claro. De la azotea a la ventana se extendía una enredadera bordada de azules campanillas. En lo alto de la puerta campeaba una parra. Por entre sus hojas saltaban los gorriones.
Novela la Casa Quemada, del extraordinario escritor y periodista español, Joaquín Dicenta Benedicto, natural en sus narraciones y exitoso dramaturgo, en ella habla de la infidelidad de Roseta con el patrón y la novela, interesante, dice en otra parte…
En la casa vivían un matrimonio y un niño de seis años. Nelo, el marido, alto, cetrino, enjuto, de negros y celadores ojos, contaría veinticinco años; veinte la mujer.
Roseta, la bella esposa, blanca, pálida; con esa palidez de pasión que caracteriza a las valencianas. Sus ojos verdes, tenían pérfidas transparencias de ola. Su pelo era azuloso; flores de granado sus labios; sus dientes pétalos de azahar: a azahares transcendía su aliento. El talle tenía lo juncal; el seno alto; la cadera potente; áurea y calzada la nuca…
Una modesta y amorosa casita que terminó quemada por el abuelo y que invitamos a leer, y por si les interesa hablando de Casas Quemadas, la cinta del director mexicano, Guillermo Arriaga, “Lejos de la tierra quemada… y ya para comentarles que precisamente en la Casa Quemada de Xico, apenas hace unos cinco días, el Ayuntamiento de este lugar encabezado por el contador Luis Yobal Maldonado y el DIF Municipal a cargo de la maestra Carmen Ramírez Maldonado y Sandra Peralta Gutiérrez, encargado del Registro Civil, celebraron matrimonios colectivos en donde asistieron más de 40 parejas para unirse legalmente, notándose el entusiasmo y la alegría de los contrayentes, partiendo el pastel y conviviendo con las autoridades municipales, Vicenta Muñoz Velasco, síndica única; Ricardo Costeño Lozada, regidor primero; maestra Altagracia del Carmen Tlaxcalteco Córdoba, regidora segunda y Cecilia López Xotla, regidora tercera, además de la licenciada Zaira Vanessa García, encargada del Registro Civil en Teocelo…
Conversamos brevemente con el ex edil de Xico, maestro Abraham Suárez, cuando salíamos de Casa Quemada xiqueña, en los momentos que el buen aficionado a la fiesta brava estaba en eso, con un grupo de amigos, entregados al ordenamiento de la Plaza de Toros “Alberto Balderas”, nos referimos al orden legal para que así, se logre programar un excelente cartel de toreros, de acuerdo a la calidad y categoría de este Pueblo Mágico que hace dos años suspendió su feria tradicional en donde siempre se incluye acción en este plaza de toros, por ahora abandonada y descuidada pero que xiqueños como el ex síndico del ayuntamiento de Xico, el famoso “Bencho” y muchos más amantes de los toros bravos y pesados, harán todo lo posible para que, en común acuerdo con las autoridades municipales, retomen el prestigio taurino que distingue a Xico y presenten un buen cartel…
Saludos estimado amigo Bencho, y en esta misma semana estaremos por aquellas pintorescas calles de Xico, Dios mediante, para saborear la costillita en chile seco de Gaby Tlaxcalteco, en el Mercado 20 de noviembre y una sabrosa morita y verde con el bien ponderado amigo Leo Salinas, tantos amigos xiqueños que eso es lo fundamental, sumar y conservar a los verdaderos amigos…
“… con la garganta sequita, muy sequita la garganta de tanto gritar… Silverio, Silverio Pérez, diamante del redondel, tormento de las mujeres…a ver quién puede con él…
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